“Que tu música llene el vacío que dejas”. El luto se apoderó de las redes sociales con la muerte de uno de los boleristas más grandes de Latinoamérica, Iván Cruz, quien a sus 77 años perdió la lucha contra la diabetes y otras complicaciones de salud.
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La farándula nacional expresó condolencias, también elogios por una trayectoria llena de éxitos inolvidables como Dime la verdad y Mozo deme otra copa, que lo catapultaron como el ‘Rey de las cantinas’. Su talento para la música siempre fue evidente pero no siempre estuvo en sus planes dedicarse al espectáculo.
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Su vida personal también estuvo marcada por momentos importantes como a separación de sus padres cuando apenas era un bebé. Fue así que Victor Francisco de La Cruz, nombre real del artista, quedó bajo el cuidado de sus abuelos paternos con quienes tuvo el primer acercamiento con la música.
Siendo apenas un adolescente ingresó a la Escuela Naval donde se especializó en la enfermería. A los 20 años se graduó y ejerció en la Armada por otros casi 20 años más. “Marina de Guerra del Perú, a mucho orgullo, acá en mi corazón”, recordaba durante La Entrevista de TV Perú.
De esta faceta militar, el cantante destacó dos aspectos: “Disciplina y orden, sino hay disciplina en un hogar, en toda empresa, abajo... yo ingresé a los 15 años a la Marina llevando algunas malas costumbres del barrio pero adentro... algunas veces recibí mi bayonetazo”.
La voz del despecho
Si bien pensó haber encontrado su lugar como enfermero de la Marina, la música siempre lo llamó, especialmente a ver subir al buque a la Banda de Guerra de la Marina. “Me hice amigo de los músicos y escogí al baterista, trompetista y saxofonista... yo les daba descanso médico para que me enseñaran a tocar”, comentaba con humor.
Iván Cruz rememoraba aquellos años con emoción, la misma que transmitía en sus canciones y sobre el escenario. En redes sociales le dedicaron cientos de mensajes elogiando su legado artístico. “Las cantinas de Perú están de duelo...salud”, “El compañero de tantas jornadas de melancolía, penas y rabias de cantina. Mientras haya un alma rota , habrá Iván Cruz”.
