La versatilidad es parte esencial en un actor. De ser un villano, el irlandés Cillian Murphy regresa al cine convertido en J. Robert Oppenheimer, considerado por muchos el físico más controvertido del siglo XXI además de ser el “padre de la bomba atómica”.
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Oppenheimer se estrenó con elogios tanto como para de Murphy en su rol estelar, también para Robert Downey Jr quien da vida al ingeniero y filántropo, Lewis Strauss. Los aplausos además llegan a su director Christopher Nolan, a quien pronosticaron un próximo reconocimiento en los Óscar.
Murphy es elogiado por su interpretación, que le implicó además una preparación física exigente además de una estricta dieta basada en un único alimento en su rutina. Fue así como logró perder apenas seis kilos pero lucir muy delgado, pálido y enflaquecido.
Según relató la coprotagonista de Murphy a Vanitatis, su comida diaria constó únicamente de una almendra. Si bien se trata de uno de los frutos secos más recomendamos por sus ácidos grasos y antioxidantes, el famoso llevó al límite su preparación, también el régimen alimenticio.
Para Cillian no se trata de un reto nuevo, ya que su anterior papel en Peaky Blinders, debió buscar todo lo contrario: aumentar su masa muscular. Para ello cumplió con una dieta rica en calorías, y una rutina de ejercicios que incluyó el levantamiento de mucho peso y cardiovasculares.
¿Cuáles son las desventajas?
Para los expertos, este tipo de regímenes alimenticios estrictos ponen a prueba nuestro organismo, también pone en peligro la salud. Con una dieta hipocalórica, por ejemplo, no solo se baja de peso, además se pierde masa muscular que es muy difícil de recuperar.
La falta de vitaminas y nutrientes para el cuerpo tiene efecto sobre el cuerpo, también órganos como riñones o hígado que terminan sobrecargados o funcionando en descontrol, generando en muchos casos la descompensación. Por si esto fuera poco, no se mantiene por mucho tiempo, por lo que el efecto rebote es muy alto, haciendo que la persona recupere sus kilos e incluso ganes muchos más.
