Los Oscar 2019 están cada vez más cerca, y como la tradición manda, el espectáculo siempre recae en los hombros del presentador. Algunos buenos, algunos no tanto, el objetivo es tener el adecuado anfitrión o anfitriona de la gala. Este año la crisis se presentó tras la renuncia de Kevin Hart al cargo por unos antiguos tuits homofóbicos.
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“He tomado la decisión de renunciar a presentar los Oscar de este año porque no quiero ser una distracción en una noche que debería ser celebrada por tantos artistas talentosos e increíbles. Pido perdón sinceramente a la comunidad LGBTQ por mis contenidos insensibles del pasado”, manifestó el comediante en Twitter.
Sin embargo, no eran solo los polémicos tuits que generaban la queja hacia Hart en redes sociales. Un stand up del comediante titulado ‘Seriously Funny’ del 2010, incluye la siguiente “broma” bastante homofóbicas.
“Uno de mis grandes miedos es ver a mi hijo crecer y que sea gay. Eso es el miedo. Tenlo en mente, no soy homofóbico… Sean felices. Hagan lo que quieran hacer. Pero yo, como hombre heterosexual, si puedo evitar que mi hijo sea gay, lo haré”, compartió el extracto de la rutina de comedia el periodista Benjamin Lee en Twitter.
Esta rutina de stand up comedy y los antiguos tuits de Kevin Hart fueron suficientes para que el público le exija unas disculpas por lo dicho. El comediante se retiró. Y es así como los Oscar se quedaron sin presentador para su ceremonia número 91.
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¿Seguir adelante sin presentadores es la mejor opción?
Entre los pedidos del público (televidentes, actores, actrices, periodistas, etc) de los Oscar, se encuentra la opción que de ninguna manera pueden dejar la gala sin rostro. Y es por ello que, aparecen algunas opciones en redes sociales sobre quiénes serían idóneos para el puesto. Si algunas se cumplen o no, depende enteramente de la Academia.
Otros bromearon con la suma de Kevin Hart a los Oscar como una falta de filtros para elegir un presentador, tanto así que incluso cualquier persona u objeto podría llevar a cabo la ceremonia. Sin embargo, más que un chiste, la salida del comediante significa una crisis.
En momentos de luchas por más espacios para afroamericanos y latinos (véase #OscarsSoWhite) y momentos para hablar de acoso y abuso sexual en Hollywood (#MeToo), es necesario tener en cuenta que se necesitan mejores personas en el centro y menos agresores, ya sea de forma física o verbal.
En los Oscar 2018 vimos cómo el movimiento Times’s Up logró que la mayoría de asistentes fueran vestidos de negro para visibilizar los abusos sexuales. Sin embargo, con este último escándalo y considerar dejar sin presentador o presentadora la gala, ¿la Academia está realmente afrontando estos problemas?
Por Antonela Rabanal@antonelarabanal
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