Ahora que Harry y William están casados y que son Duques aspirantes a Rey, ha salido a relucir un episodio muy emotivo entre la eterna ‘Reina de Corazones’, Lady Diana Spencer y su hijo mayor, el Principe William. Sucedió en 1996 específicamente cuando su madre estaba en el ojo del huracán. Al destaparse el escándalo de la separación y las infidelidades tanto de Diana como de Carlos, la corona tuvo que actuar de inmediato. Diana fue despojada de su titulo de realeza, ya no pertenecía a la familia real y eso significaba algo bastante humillante para ella.
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Por ley, al no ser parte de la realeza, debía hincarse para dirigirse a sus hijos, a su exmarido y a toda su exfamilia, esto era algo muy doloroso para Diana, pues era forzada en eventos públicos a arrodillarse ante la familia de su expareja y más allá de eso, hacerlo con sus hijos que apenas eran adolescentes. Al ver a su madre destrozada, William, le hizo una promesa con uno de lo mayordomos de testigo, William le prometió a su madre, que cuando fuera Rey, le iba a devolver su titulo de Alteza, un grandioso gesto que hablaba mucho de la forma en que Diana crió a sus hijos.
Desgraciadamente la promesa jamás pudo cumplirse, a penas a unos meses de éste dramático episodio, un fatídico desenlace le pondría punto final a la vida de Diana, murió en un devastador accidente de tránsito en 1997, su legado permanecería para siempre pero el dolor en sus hijos con su partida jamás pudo ser dejado en el pasado.
Nueva Mujer