“De una casa a la otra”, por Zoë Massey

POR ZOË MASSEYFotógrafa@ZoePix

La semana pasada fui a hacerme unos lentes nuevos –ojalá me hicieran ver el mundo de un color más bonito del que lo siento hoy- y al pasar por el Centro Cultural Ricardo Palma me di con la bonita sorpresa de encontrarme con la muestra de Carmen Letts. Ella, hace ya algunos años, fue la responsable de enseñarnos a algunos que creíamos que para la fotografía solo hacía falta una cámara, cómo ver el espacio distinto, encontrar volumen, identificar de dónde vienen la luz y las texturas, y cómo pelear con los carboncillos y su enorme capacidad de ensuciar todo lo antes mencionado.

Ella hoy expone Dos Hogares, una muestra que va justamente en dos espacios distintos a la vez. Curiosamente, he ido solo a la que queda más lejos de casa; la otra parte va en la Sala Yvonnne Sanguineti de Barranco. ¿Por qué en dos espacios alejados? Porque eso justamente ayuda a tener esa sensación de viaje entre una casa y la otra.

En la Galería 770 del Centro Cultural Ricardo Palma, me llama la atención una pared con carbones colgando. Carbones hechos de alguna madera quemada, creo. Una frase invita a mencionar a los que ya no están. Agarro un carbón, ya sé que mencionaré a madre y abuela, pero luego también vienen a mi mente amigos, otra abuela, tía, ¿quién que ya no está vale más el recuerdo que otros? Noto que mucha gente pone los nombres de quienes parece que aún están y eso se me hace interesante. Eso que cada uno entiende y siente cuando ve una muestra, algo que se ve más claro en todas aquellas en las que se puede participar, cosa que me encanta.

Se creía en algunas culturas premodernas que mencionar el nombre de alguien era, en cierto modo, una forma de restituirlo, de hacerlo presente. Teniendo esto presente, pienso también escribirlos con carbón, y con el mismo cuesta un poco ponerlo en la pared, como tal vez a algunos les cuesta recordar a los que ya murieron, pero también como esa mancha negra intensa se borra fácil con una mano. Como quien llena espacios vacíos con nombres nuevos. (Ese es mi viaje personal a este hogar)

Móviles, escultura en madera y una pared con recuerdos ajenos. Ahora toca ir a Sanguineti a ver como se hila un hogar con el otro.

Esta muestra ha sido curada por George Clarke y va hasta el 4 de noviembre en la galería Ivonne Sanguineti, y al 31 de octubre en la Sala 770 del Centro Cultural Ricardo Palma.

Cuando la vi sabía que quería escribir de ella, pero hoy sentada frente a la computadora, mi mente está en blanco. Me cuesta pensar en galerías y museos cuando todo lo que nos está pasando como sociedad. A veces siento que andamos un poco como en un limbo en donde nada importa realmente, nada cambia, nada pasa. Espero que mis lentes nuevos me dejen ver de mejor ánimo todo lo que viene.

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