Llegó la Semana Santa , la semana en la que todo mundo tiene la mente en una sola cosa: v a c a c i o n e s.
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Aunque son días con gran significado para la religión y la historia, es también el tiempo perfecto para darse un break por haber sobrevivido a los primeros meses del año después de las vacaciones de fin de año. Las universidades cierran, no hay que llevar a los niños al colegio y la mayoría de las empresas dan libre los “días santos”.
Claro, si estás en la lista de los que no pudieron salir de vacaciones, seguro te sentirás identificado con esto:
1. Llegar a una oficina vacía y desolada. Eres la única persona de la empresa (y posiblemente de la ciudad) que se ha levantado temprano, con café en mano y los ojos en lel monitor. Nadie más que tu está tecleando la computadora y sí, debes estar en linea para que el jefe no crea que te fuiste de vacaciones porque aunque este esté en la playa, es omnipresente hasta cuando vas al baño. Ánimo, todo se recompensa; piensa que en el futuro tendrás vacaiones mientras todos trabajan o de perdida te darán las gracias por cubrir.
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2. Las calles vacías. Esto podría ser lo mejor que pueda pasar después de todos los días que debes pasar en el tráfico y en el bullicio de la ciudad salvo que sabes que se debe a que todos están de vacaciones en la playa menos tu. Las calles y los centros comerciales están tan solos que parece un episodio de The Walking Dead o Zombieland pero sin la acción de luchar contra zombis, salvo por uno que otro mortal que tampoco pudo irse a la playa. Lo bueno es que puedes aprovechar para ir a donde quieras sin tempor a encontrar todo lleno.
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3. No puedes dejar de ver Facebook con las fotos de todos en la playa, paseando en algún pueblo mágico o de shopping en Estados Unidos. Es como una adicción y aunque desearías que existiera la ‘reacción’ de ‘te odio’, de una u otra forma, te encanta estar al tanto de lo que pasa en el mundo. Al menos puedes estar tranquilo de que no tendrás cruda por haber estado de fiesta en un increíble beach club ni tampoco tendrás piel de camarón por haberte tirado al sol junto a la alberca. Suspiro.
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4. No tienes amigos. No pudiste unirte al plan de tus amigos de ir de roadtrip juntos porque tuviste que quedarte a trabajar y como son vacaciones ‘sagradas’ nadie se apiadò de tu situaciòn y se fueron a aprovechar “en tu nombre” (lo cual lleva al punto anterior). Y si por dinero o falta de plan tampoco saliste de la ciudad, intentas armar un plan para turistear y pasarla bien con lo que tienes pero te da cuenta que no hay alguien que te haga segunda porque todos están fuera. Así que te quedas en casa y pasan los siguentes puntos.
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5. La vida de Jesús de Nazareth se convierte en tu programa de televisión por excelencia. Cada año es lo mismo y aunque te sabes el final de la historia, por algún motivo sigue siendo fascinante de “Ben Hur”. “Los diez Mandamientos” con Charlton Heston” y por supuesto, el morbo de “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson. Y sí, llega un punto en donde tus canales favoritos son National Geographic y History Channel.
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Si ya te quedaste encerrado, no te desesperes y piensa en que todos los que están fuera “de vacaciones” tienen que soportar todo el tumulto que no está en la ciudad. Los que están en la playa están todos pegajosos por el sudor y el agua de mar y nadan en piscinas llenas de fluidos de turistas desconocidos; y los que están en Estados Unidos tienen que soportar estar respirando el mismo aire que Donald Trump y compañía. Mejor aprovecha para leer o pasear por la ciudad. Seguro que hay muchas exposiciones y lugares que desconoces.
