La encantadora modelo y conductora de Al Sexto Día Olenka Zimmermann es también, para muchos, un símbolo de la vida playera. Adora tanto dorarse al sol y bañarse en el mar, que ha mudado su residencia a San Bartolo por todo el año. Aquí nos cuenta más sobre sus veranos soñados.
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¿Cuál es tu playa favorita y por qué?
San Bartolo, de todas maneras. Allí la gente es más chévere, me parece que es la que tiene mejor clima también. A veces Punta Hermosa tiene el cielo tapado y aquí sí hay sol. Me gusta bañarme cual cangrejo en la orilla, me gusta la letanía con la que uno ve a los tablistas correr sus olitas. Me gusta saber que aquí están mis amigos, porque tengo más amigos aquí que en otros lados y, básicamente, por la onda más roots que tiene el San Bartolo de toda la vida. Me gusta que no se pituquee como se han pituqueado otras playas aquí en el sur. Por eso estoy ya instalada aquí permanentemente desde el invierno pasado.
¿Cómo es tu día de playa perfecto?
Con el mar limpio, el soplido del viento para no sofocarnos por el calor y poca gente. Y dos opciones más: o encontrarme con amigos y matarme de risa o estar sola disfrutando de un libro y una chelita helada. Dependiendo de mi humor, de cualquiera de las dos maneras puedo pasar un día de playa perfecto.
¿Cuáles son tus mejores recuerdos playeros?
En la Punta Hermosa de los 80, de hecho. Básicamente, tantos días en Señoritas, Caballeros o Punta Rocas. Señoritas era una playa bravaza, te podías quedar allí el día entero, había mucha gente que conocías, el acceso a la playa era más fácil, no existían esas casas que han hecho tan cerca al mar, que la han fregado, achicando el espacio de playa para los bañistas. Recuerdo esos veranos escuchando reggae todo el día, con amigos, gente linda, en un ambiente surfer 100%. Ya en los años 90 caí más a San Bartolo, en otro tipo de movida, pero igual de divertida. Mucho rock and roll, fiestas en casa, caminatas por el malecón y uno que otro Año Nuevo en el Yacht Club de San Bartolo. Algunas veces iba con mis amigas a Punta Rocas, en días de semana que no había gente, y nos metíamos a bañar al mar en ropa interior nomás, jajaja…
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¿Qué debería mejorar en las playas de Lima?
La higiene, sin duda. Antes, al menos en San Bartolo, le pasaban fuego a la arena con un soplete para desinfectar y matar los hongos y los bichos. Ahora no sé si lo hacen. También faltan más tachos de basura, y que la municipalidad pase tres, cuatro veces al día a limpiar, porque hay días en los que viene tanta gente que se acumulan los desperdicios y huele muy mal. Otra cosa que podrían hacer quienes viven en un balneario es dejar de manejar para todo. Hay mucho chibolo pavo que se cree bacán manejando a toda velocidad camionetas o cuatrimotos.
¿Qué costumbre playera debería desterrarse?
Dejar basura, puchos y restos de comida en la arena. Deberían guardar todo en una bolsita y llevársela al irse. Aparte, quienes tienen empleadas deberían dejar que estén con polo o ropa de baño, no con uniforme. Es cuestión de ser más humano para que ellas puedan estar más frescas. También debería desterrarse el reguetón, pero no solo de la playa, sino del planeta.
¿Qué planes para este verano?
Estoy organizando un tonazo de carnavales este sábado 25 de febrero en el mítico Club Náutico de San Bartolo, fundado en 1954. Será una fiesta de Gorila Amarillo, con música de los 80 en inglés y español y Los Terapeutas del Ritmo tocando en vivo. Las entradas estarán a 50 soles, con chela helada incluida. Más información en Facebook.
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