El estreno en Estados Unidos de la séptima temporada de The Walking Dead, con 17 millones de espectadores, se quedó a las puertas de igualar su mayor audiencia hasta la fecha, según datos publicados hoy por la consultora Nielsen.
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Aún así, la serie fue el programa más visto en su horario, superando al partido de la NFL.
“The Day Will Come When You Won’t Be”, título del capítulo con el que la serie estrella de la cadena AMC se estrenó esta temporada, quedó por debajo de los 17.3 millones de espectadores que siguieron el primer episodio de la quinta temporada en 2014.
A pesar de ser uno de los capítulos más sangrientos y oscuros de la serie hasta ahora, pudieron más las ganas por descubrir, tras meses de espera, quién sería finalmente la víctima del malvado Negan, interpretado con sadismo por Jeffrey Dean Morgan.
El estreno de la temporada vio un incremento del 13 por ciento de audiencia respecto al debut de la sexta temporada el 11 de octubre del año pasado.
Greg Nicotero, director del capítulo con el que se abrió la séptima temporada, dijo a Efe en junio pasado que “el mundo” de la célebre serie “se va a abrir mucho más” en los próximos capítulos.
“La séptima temporada va a ser muy interesante. Se va a conocer mucho más de ese mundo, se va a abrir mucho más”, indicó sucintamente Nicotero sobre los derroteros que tomará la nueva temporada, cuyo rodaje comenzó a principios de mayo y acabará a mitad de noviembre.
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Con 16 nuevos episodios, la séptima temporada ampliará y desarrollará el universo postapocalíptico de The Walking Dead y preparará el camino para una octava tanda de episodios, que ya fue confirmada por la cadena AMC para finales de 2017.
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