JOSÉ BARRETO
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El cantautor español Nacho Vegas es un reconvertido. Como parte de la vorágine indie española de los noventa -con bandas como Eliminator Jr. y Manta Ray -, supo reacomodar sus ideales para revalorar ‘el castellano y las letras con sentido’.
Ahora, considerado una pieza clave en las luchas sociales en España desde el ala cultural, Nacho Vegas lanzó el año pasado Canciones populistas (2015), su sétimo disco como solista y con el cual llega por primera vez al Perú.
Tocará este miércoles 24 de agosto en el Teatro Pirandello (Av. Alejandro Tirado 274, Santa Beatriz) desde las 9 p.m. Conversamos con él en la previa.
El término ‘populista’ no tiene la acepción más positiva en política, ¿qué significado le das tú en la música?
Por lo general, se usa de manera despectiva para referirse a alguna forma de neoliberalismo. Sin embargo, yo he querido aplicarlo como antítesis a lo que podría denominarse ‘música elitista’. Todos hacemos, de una u otra manera, música popular, pero las últimas décadas ha sido minada y viciada por el neoliberalismo. La música popular ha perdido su carácter horizontal y ha tomado una curva elitista que particularmente me preocupa. La música es un lenguaje y tiene un poder, sino transformador, al menos de resistencia. A esa música contestataria es a la que llamo populista.
Tomas a la canción como vehículo de cambio…
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Durante muchos años en España, se nos inculcó un imperativo vital individualista, y que la cultura no tenía ninguna dimensión política ni social. Todo estaba despolitizado. Sin embargo, eso cambió luego del 15 M (con el Movimiento de los Indignados en España que se gestó en 2011). Entre esos cambios, entendí el poder de la canción como herramienta para el cambio social…
Hay un tema en tu último disco ‘Canción para la PAH (Plataforma Afectados Por La Hipoteca)’, con el cual hiciste una intervención -Vegas la cantó en una sucursal bancaria junto a militantes de este movimiento-…
Si quieres que tu música tenga realmente una trascendencia política, esta tiene que ir acompañada por acciones. Y fue un proceso gradual. Antes ya había hecho conciertos para recaudar fondos para ellos.
¿Es difícil empatar tus ideales con la lógica de la industria musical?
A lo largo de mi carrera he tenido muchos errores. Uno tiene que madurar, tomar conciencia y poner líneas rojas. Yo me declaro anticapitalista, pero hay formas de convivir y lidiar con él desde dentro. Quiero devolverle horizontalidad a la música popular.