Georgie Scotney es una joven británica que a sus 21 años decidió alimentarse solo de pollo durante tres años. Desde pequeña ella fue diagnosticada con el desorden de Alimentación Selectiva (trastorno que hace que la persona solo consuma cierto tipo de alimentos).
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La condición de Georgie fue tan grave que llevó a que su cuerpo solo asimilara un tipo de comida, en este caso, el pollo frito KFC . El portal Tech Times asegura que la joven incluso prefería pasar días sin comer si no tenía este alimento disponible.
‘Al crecer, siempre fui muy terca con lo que elegía comer, empecé con el pollo frito y papas fritas, pero luego llegué a un punto en el que sólo sería el pollo de KFC . Me gustaba ir cada día sin falta’, dijo Scotney.
Ahora, ella decidió buscar ayuda y recuperarse de esta condición, se encuentra en recuperación y asegura que su vida ha cambiado por completo, y que ahora es capaz de probar frutas y verduras y comer una cena diferente con ingredientes que había eliminado de su dieta.
Muchas personas alrededor del mundo sufren de este desorden que obliga al cuerpo a restringir de forma extrema el consumo de algunos alimentos. El trastorno de alimentación selectivo puede ser tan restrictivo como la bulimia o la anorexia. Los síntomas psicológicos incluyen depresión, excesiva ansiedad, deterioro social, ya que estas personas se niegan a salir con sus amigos o grupo a comer.
Este trastorno muestra similitudes con el TOC, el trastorno obsesivo compulsivo. Tienen un gran miedo a comer ciertas cosas, más que el temor al peso. A diferencia de las personas con anorexia o bulimia las personas con un trastorno de alimentación selectiva no tienen odio o rechazo a sus cuerpos.