PUBLICIDAD
JOSÉ BARRETO Tourista acaba de lanzar Colores Paganos, un disco que, sin lugar a dudas, dará que hablar, y no solo dentro del medio local.
La agrupación conformada por Rui Pereira (voz y guitarra), Genko (sintes, melódica y bajo eléctrico) y Sandro Labenita (batería y coros) ha logrado un material que es un deleite sonoro; sumerge al oyente en un mar de gé- neros que van desde el dance pop hasta el jazz, matizando todo con ritmos latinos.
El próximo viernes 1 de abril, Tourista presentará en sociedad sus nuevas 12 canciones en el MAC (Museo de Arte Contemporáneo) de Barranco (ver recuadro). Conversamos con estos talentosos músicos peruanos sobre ese show y sus expectativas con este material.
¿Cómo se dio el trabajo de este disco?
Sandro: Fue todo un viaje. Pasó por varias etapas de ensayo y error. Pero finalmente logramos armar este rompecabezas. Rui: Lo que queríamos lograr era que quien lo escuchara sintiera variedad, que muchas cosas están sucediendo en ese instante. Además, queríamos mostrar nuestro lado más rockero y latino. Nuestra música, al final, es el reflejo de lo que vivimos, las fiestas, lo que escuchamos en la calle… hay hasta guiños con el reggaetón. Genko: No hay géneros en este disco. No pensamos a dónde queremos llegar, solo dejamos que las cosas pasen.
¿Cómo se decidieron por el concepto de lo pagano?
PUBLICIDAD
R: Lo pagano está relacionado con lo rústico, con la naturaleza, con todo aquello que no se entiende y, precisamente por no ser entendido, se sataniza. Pero en sí, la palabra no es negativa. Yo creo que necesitamos reencontrarnos con ese tipo de conceptos.
Y sí, cuando escuchas los temas te imaginas paisajes…
R: Una de las primeras entrevistas que nos hicieron fue desde México. El periodista describió la sensación que le producía el disco como la de tomarse un relajante muscular dentro del mar en una tarde soleada (risas).
Su conexión con el mar es innegable…
G: Sí, porque a todos nos gusta surfear. S: De hecho, el proyecto nació en San Bartolo, vivimos en Barranco y Miraflores, así que el mar se iba a colar en la música.
¿Qué cosas los inspiran a la hora de componer?
R: Aunque suene raro, cuando compongo no estoy tan preocupado por los sonidos, sino por lo visual. Lo que veo es lo que me mueve, y eso es lo que trato de plasmar en la música. Este disco fue una especie de terapia porque, cuando estaba cargado de la vida en la ciudad, y me sentía cansado, triste o melancólico, trataba de llegar a otros lugares a través de la música que escribía. Esos lugares a los que sientes que te transporta el disco son aquellos a los que quería escapar.
Una de las fortalezas de este disco es la calidad sonora, ¿sienten que están por encima del promedio?
S: Solo sé que ninguno de nosotros tres habíamos grabado antes como lo hemos hecho para este disco. Se siente el peso de los productores -el chileno Cristián Heyne (Javiera Mena, Gepe, Glup!) y el colombiano Javier Rodríguez (Telebit, Sargento García) -. Siento que nos llevan 20 años de ventaja. Lograr lo que ellos hicieron es muy difícil. Se sienten todos los colores de la batería. Se siente que todo es en vivo. Lo más fácil hubiera sido secuenciar varias cosas, pero prefirieron ir por el camino difícil y meterse en problemas.
Eso es primordial en tiempos en los que las computadoras lo hacen todo…
R: Este disco ha sido tocado al 100%, no ha sido hecho por un software. Hemos grabado hasta las secuencias para ponerlas en vivo.
¿Cómo se sienten con respecto a otros proyectos peruanos?
R: Nos sentimos parte de una vanguardia. Hay muchas bandas que, si bien cada una ha tomado su propio camino, nos estamos haciendo un mismo puño y estamos saliendo con fuerza.
¿Qué esperan lograr con Colores Paganos?
G: Un retorno económico para empezar sería interesante (risas). R: Para mí, este disco es una transición. Fue un experimento para probar hasta dónde podíamos llegar en lo sonoro. Este disco nos va a ayudar a alcanzar ciertas cosas. Ya con nuestro siguiente disco vamos a ganar un Grammy.