Más de 50 mil personas llegaron el domingo al estadio Monumental para escuchar por primera vez en Lima a los Rolling Stones. La banda británica se lució en el escenario con un gran despliegue y un sonido impecable.
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Pero como en todo megaevento hubo cosas que no gustaron. Por ejemplo, muchos se disgustaron con las largas colas, o con la aparente desorganización de las entradas de la tribuna Oriente, o el escenario que muchos dicen fue más chico que el que usaron los Rolling Stones en Brasil.
Sin embargo, hubo otras críticas dirigidos al público. En redes sociales la gente comentaba sobre la poca actitud que tenían los asistentes. Que solo coreaban las canciones más conocidas y no le seguían el juego a Mick Jagger.
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Si bien en cierto, el público peruano no se caracteriza por su euforia, tampoco estuvo tan apagado como se pensaba. Pero es claro que si se compara con el público argentino la diferencia es abismal. Los albicelestes viven cada concierto como si fuera el último, y se vive igual en una cancha de fútbol o cuando cantan el himno nacional.
Aquí un ejemplo del último concierto de los Rolling Stones en Buenos Aires.
