Fueron décadas de espera, pero valieron la pena. Los Rolling Stones tocaron anoche en Lima y pasearon sus más de 50 años de trayectoria sobre el escenario montado en el Estadio Monumental de Ate, haciendo gala de una envidiable fuerza escénica.
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Los dos primeros acordes de Start Me Up desataron la euforia de los fanáticos.
‘Hola, Lima. Hola, Perú. Hola, mis ‘causitas». Así se animó a saludar Mick Jagger a las más de 50 mil personas que acudieron al coloso.
Al igual que en otros puntos del Olé Tour, la fiesta siguió con el tema It’s Only Rock and Roll. ‘Finalmente estamos tocando en Perú’, sentenció Jagger en castellano.
Por votación del público, sus Majestades Satánicas tocaron el tema Like a Rolling Stone, canción original del gran Bob Dylan. ‘Son lo máximo, ahora vamos con una romántica’, dijo Jagger antes de interpretar el clásico Angie.
Luego, sin previo aviso, Charlie Watts hizo retumbar el Monumental con fuertes golpes a su tarola… era turno del clásico Paint it Black.
Los mensajes de Jagger al público no cesaron, pero esta vez llegaron con una cuota extra de humor. ‘La comida de aquí es ‘mostra’… la mejor de Sudamérica. Pero mi hija trajo a su mascota, un cuy, y ahora no lo encontramos’, dijo, provocando risas entre el público.
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Tras la descarga de Jagger, era hora del espíritu blues de Keith Richards. El guitarrista hipnotizó al estadio con los temas You Got The Silver -acompañado únicamente por Ronnie Wood- y Before They Make Me Run.
Uno de los puntos altos del show fue durante Midnight Rambler, tema en el que el público respondió con energía al llamado de Jagger.
El alucinante espectáculo, al igual que en toda la gira, finalizó con You Can’t Always Get What You Want y Satisfaction y un vistoso show de fuegos artificiales.