Bienaventurados los que nacieron en los años 1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004 y 2016, porque de ellos será este año, el Año del Mono de Fuego. La pasarán bien porque tienen la capacidad de ser felices, de adaptarse y pueden sobrevivir a los tiempos difíciles que nos tocará este 2016. Así lo dicen los que saben interpretar el horóscopo tradicional del gigante asiático.
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La luna nueva llega hoy, 8 de febrero, y trae consigo al Mono de Fuego, el noveno de los doce animales del zodiaco chino. En Lima, el templo del oráculo de Khan Kung, de la sociedad Tong Sing, recibió desde el fin de semana a sus feligreses, los que fueron a orar, para iniciar las celebraciones de su tradición. El templo queda en un segundo piso del número 962 del jirón Huanta.
En todo el mundo, los chinos y sus descendientes celebran la llegada del año nuevo durante 15 días. Y el Barrio Chino de Lima no es una excepción. Este espacio se originó por la llegada de chinos de las regiones de Cantón y Sichuán a esta zona del Centro Histórico, a mediados del siglo XIX. En sus casas y negocios se ha multiplicado el color rojo, para alejar la mala suerte. Y los bazares que venden souvenirs del Asia profunda tienen monos dorados, gorditosy sonrientes, de distintos tamaños, sentados sobre monedas de oro, como diciendo que todo será dicha.
Sí, hasta en los momentos duros, los chinos le encuentran lo positivo y celebran. Esa es una de las magias de este calendario chino, calendario agrícola y lunar, que lo hace tan querido por todos.
Para quienes recorrer esta zona comercial del Centro Histórico de Lima llama la atención el edificio de la Sociedad Central de Beneficencia China Ton Huy Chong Koc, en la cuadra ocho del jirón Paruro, pero pocos no chinos ingresan. Es la sociedad china más conocida, fundada en 1886.
Aquí, el sábado se desarrolló una fiesta peculiar como preparativos del año nuevo de la tradición asiática.
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Un elegante mono se acerca a los niños que llegan al Ton Huy Chong Koc y les entrega sobres rojos, contienen propinas, pero son objetos bellos que no dan ganas de abrirlos. A su lado, una persona vestida con vestimenta china tradicional repite la operación con otro grupo de niños.
Aquí no se habla español. El idioma que se escucha en este paralelepípedo del Centro de Lima es el chino. Además de estar muy viva durante las celebraciones del año nuevo, la beneficencia china realiza almuerzos para sus paisanos con una economía precaria o que tengan una edad muy avanzada. A los ancianos también se les entrega estos sobres rojos con dinero. La solidaridad aún existe.
Pregunta el fotógrafo si tiene nombre propio esta celebración previa, pero no, todo está dentro de las celebraciones del año nuevo chino, del buen Mono de Fuego. Las cámaras se apresuran, los dragones característicos de las celebraciones chinas están ahora en el estrado de la beneficencia, haciendo sus piruetas; hay un brindis con palabras de honor en chino, que deben de ser el equivalente a ‘salud, que nos vaya bien’. Y todo queda listo. Bienvenido, mono feliz.
