La cantante Katy Perry provocó un revuelo a ambos lados del estrecho de Formosa, al envolverse con los colores taiwaneses esta semana en Taipéi, lo que podría provocar una airada reacción de China, según internautas.
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La estrella del pop estadounidense apareció el martes en el escenario del Taipéi Arena envuelta en una bandera taiwanesa y vestida con un atuendo de lentejuelas decorado con flores de girasol, emblema de las manifestaciones antichinas que sacudieron la isla en primavera de 2014.
Los mensajes de admiración afluyeron en las redes sociales: “Estoy muy emocionado”, “genial”, “te quiero”, fueron algunos de los mensajes que los internautas taiwaneses destinaron a la intérprete de “I kissed a girl” o “Firework”, que no ha aclarado si su elección de vestimenta reflejaba su posición política sobre las relaciones sino-taiwanesas.
Aunque, como explican sus defensores, la artista habría recibido la bandera de un miembro del público, escena habitual en los conciertos, la anécdota corre el riesgo de elevar la tensión con China, cuyas relaciones con Taiwan son conflictivas desde hace más de 65 años, tras la guerra civil que separó a la isla nacionalista del continente comunista.
“Tendrá problemas para dar conciertos en China” a partir de ahora, opinaba Tsai Chen Wang en Facebook.
Mientras, en Sina Weibo, el Twitter chino, muchos fans de la China continental decían sentirse “decepcionados”.
Aunque el agente de Perry no hizo comentarios al respecto, el organizador del concierto en Taiwan, se apresuró a aclarar a la AFP que la elección del vestido había sido fortuita.