Por Karisa Inés Cruz Rosado
PUBLICIDAD
Desde su ‘cueva’ Silvio Liam Rodríguez Varona, más conocido como Silvito El Libre, da rienda suelta a su pluma. Hace música. Piensa. Compone. Rapea. La creatividad de este cubano de 32 años -‘rebelde porque el mundo me hizo así’- se complementa con un talento natural y audaz para construir armonías que retratan buena parte de los sentimientos y frustraciones de su generación.
Aunque hace poco más de un año vive en la ciudad de Tampa, Florida, Silvito se presenta orgulloso de sus raíces cubanas y el legado musical que lo cobija. Reconoce la influencia de llevar en su ADN los genes del padre, el popular cantautor cubano Silvio Rodríguez. Es consciente del gran peso de cargar sobre sus espaldas el hecho de ser hijo de este trovador que, desde las primeras décadas posteriores al triunfo de la Revolución Cubana en 1959, fue portavoz e intérprete de temas románticos, reflexivos, nostálgicos y también políticos, muchos de ellos promovidos por el gobierno de Fidel Castro.
Silvito nació en La Habana el 25 de marzo de 1982, pero se crió en la ciudad de Banes, en la provincia de Holguín, bajo la tutela y el cariño de su abuela Isabel. ‘No vivía con mi papá, pero en mi casa se escuchaba su música y lo admiraba como músico… Las canciones de él me empujaban durísimo… Cuando cito alguna frase de mi papá, lo hago con esa intención, de dejar claro que me marcó… Yo no hablo de política con mi papá. Siempre hay algo más bonito y familiar de qué hablar’, nos cuenta Silvio Liam desde su estudio de grabación, La Cueva, en Tampa.
A diferencia de su padre, Silvito El Libre es parte de otra generación. Él, como muchos de sus contemporáneos y colegas raperos, creció en una Cuba distinta, profundamente marcada por la escasez del periodo especial de los años 90 y el mal sabor de la rigidez y control estatal.
Influenciado por la música underground que llegaba a Cuba desde Puerto Rico, Panamá y Estados Unidos, especialmente por las voces en español de Vico C, Eddie Dee, El General y DJ Erick La Industria, ‘quienes decían las cosas más crudas, me movieron el cerebro de lugar’, en el 2003 Silvio Liam debutó como rapero en el grupo Raíces Explosivas en Holguín. Allí estuvo activo por dos años. ‘Íbamos a festivales, pero en el oriente de Cuba es mucho más difícil expresarse’, detalla.
Tomando en cuenta que había dejado la escuela de arte y su educación en guitarra para cantar rap, Silvito decidió perseguir a todo vapor su deseo de ser cantante. ‘Ahí me fui para La Habana a fines de 2004’, para desarrollar su carrera como rapero y esquivar la censura que no lo dejaba presentarse en público en Holguín.
PUBLICIDAD
Ya en La Habana, en el año 2006, Silvito grabó junto con el grupo santiaguero Golpe Seko su primer demo en solitario titulado De donde vengo. En el 2007 entró a formar parte del proyecto La Comisión Depuradora, con dos discos producidos en el estudio independiente del rapero Papá Humbertico en La Habana. Este espacio informal y otro llamado la Champion Records fueron claves para la grabación y posterior difusión de las canciones de raperos cubanos ante la escasez de estudios estatales que produjeran este tipo de música, muchas veces contestataria.
A pesar de las piedras en el camino, y gracias a la Asociación Cubana Hermanos Saíz, desde el 2010 Silvito ha podido viajar al extranjero para presentar su música. El rapero recalca que el trabajo que hace no es tan solo para Cuba y los cubanos en la diáspora, sino que sus temas son expresiones que apuntan hacia un sentir latinoamericano. De ahí la acogida que ha tenido su música en otros países. ‘Especialmente me sorprendió la gira por el Perú en setiembre del 2014, cómo la gente se sabía y cantaba las canciones’, dice entusiasmado el artista, que hoy trabaja en su más reciente disco El PacienT 2, del que ya hay varios sencillos colgados en YouTube.
Las redes sociales son sus grandes aliadas. Gracias a estas, Silvito da a conocer su música al mundo. En tanto, a través de las pequeñas memorias externas USB que muchas personas cargan en sus bolsillos y carteras, los jóvenes cubanos en la isla también escuchan y comparten el trabajo de Silvio Liam y de otros raperos, como Bárbaro ‘El Urbano’ Vargas, La Alianza, Soandry HDC, Maikel Xtremo y Charlie Mucharrima. ‘Así el rap cubano se dio a conocer en Cuba, cuando comenzó a caminar y a caminar… Es que estamos hablando con las mismas voces de ellos (la gente)’, sostiene.
Entre tanto, Silvito confiesa que en su país no podía vivir de su música. Por eso y por el complicado acceso a Internet se encuentra ahora instalado con su compañera en una casa en el estado de La Florida. Allí armó, junto con Aldo (de Los Aldeanos), La Cueva, su estudio de grabación en un espacio residencial apartado del sur de Estados Unidos, donde colaboran con otros raperos y producen independientemente su música. ‘Pero en cuanto tenga un chance, lo primero que haré es ir a mi casa, a Cuba’, apunta esperanzado Silvito El Libre.
‘¿Y qué es la libertad?’, le pregunté para concluir. Él me respondió: ‘Hacer música cuando yo quiera’.