Una pequeña niña publicó un video en el que explica la manera en que los químicos impiden que le crezcan ramas a un camote. Gracias a esto, la pequeña Elise se ha convertido en una de las más vistas en YouTube.
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Su proyecto consistía en dejar brotar plantas de algunos camotes. Tras tres semanas de espera vio que no crecía nada. Fue cuando un agricultor le comentó que a ese camote nunca le crecerían ramas porque en las granjas son rociadas con un químico llamado Clorprofam. En cambio les sugirió comprar camotes orgánicos.
Tras comprar un camote orgánico, la niña vio que después de una semana empezaron a crecerle ramas. Al final del video, la niña asegura que el uso del químico es utilizado en muchos alimentos y puede matar animales con los que se ha experimentado, así como causar tumores.
La respuesta El blog de ciencia de la Universidad McGill, en Canadá, coincide en que efectivamente los camotes son rociados con ese químico para evitar el brote de ramas, porque no son buenas para la venta. Sin embargo, aclara que la sustancia no resulta peligrosa para el consumo humano, a menos que se consuma en dosis ‘monstruosas’.
Así que lo que demostró la niña, según el blog, es la eficacia de un producto químico en la prevención del brote con el fin de mejorar la calidad de un camote en lugar de algún tipo de peligro implícito de comer los camotes convencionales.
