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Salieron a matar. Ninguno se anduvo con rodeos. Los 16 mejores b-boys de Latinoamérica dejaron la piel en el ruedo el pasado 30 de agosto en el Parque Igarapés de Belén, un complejo sumergido en la tupida selva amazónica del norte de Brasil que nutrió de un ambiente mágico a la reñida final regional del Red Bull BC One, considerada la competición más importante del break dance mundial. Más de 1.000 personas abarrotaron el lugar. La plataforma circular en la que se batirían a duelo estos guerreros de la danza extrema provenientes de México, Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Cuba, Argentina, Costa Rica, Bolivia y Brasil, esperaba por sus mejores trucos.
El ímpetu del público en las graderías calentaba el ambiente y los ojos del mundo -se transmitió en streaming vía satélite-, puestos en la competencia, elevaban la tensión en el lugar.
Tal presión se colaba en los camerinos donde aguardaban los 16 muchachos (todos menores de 27 años) que con grandes historias de vida sobre sus hombros, querían su momento de gloria. ¿El premio? Un único cupo para la final mundial de la competencia el 30 de noviembre en París, Francia. ‘No tenemos miedo a nada. Nosotros desayunamos salsa, comemos cumbia y cenamos vallenato. El sabor latino lo tenemos y nadie nos va a venir contar cuentos’, señaló Arex (25), acompañado de Baby (15), ambos representantes de Colombia, como quien se daba ánimos minutos previos al evento.
La responsabilidad de juzgar las batallas recayó en las leyendas del break dance Pelézinho (Brasil), Cico (Italia) y El Niño (EE.UU.). Los tres fueron los encargados de analizar cada movimiento de los breakers, quienes tenían solo dos tandas cada uno para demostrar lo mejor de sí, ganarse al público y al jurado, y todo al ritmo de la música que improvisaba el DJ.
Lil G (Venezuela, 24) y Chukuta (Bolivia, 19) fueron los primeros en chocar. La balanza estaba inclinada desde el principio. Y es que Lil G no solo había llegado a la semifinal y la final del mundial de la competencia el 2010 y 2011 respectivamente, sino que actualmente forma parte del selecto equipo All Stars de breakdancers de Red Bull.
Por su parte, Chukuta tenía el entusiasmo de todo principiante. Sin embargo, Lil G arrasó con impresionantes power moves y los jueces no dudaron en nombrar como ganador al venezolano. Así, en batallas cada vez más espectaculares (ver factbox), pudo superar a los b-boys Cirujano (México, 27) y Ratin (Brasil, 22), y llegar a la final contra Luan (Brasil, 23).
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El camino de Luan no fue fácil. Primero batalló contra Shuky (Chile, 25), santiagueño que destiló desparpajo y rudeza en sus movimientos. Luego vino Kaos (Venezuela, 24) y en la semifinal, tuvo que vencer a su compatriota Iguín (19), quien chocó en primera ronda contra nuestro representante, B-boy Lima.
Así, Luan y Lil G, dos monstruos del break dance, pusieron sus mejores armas en una final que se alargó a 5 turnos para cada uno. Pero Luan tenía un truco bajo la manga. ‘Veo películas de artes marciales desde niño. Los personajes están calmados por mucho tiempo, pero cuando tienen oportunidad, se lucen’, nos comentó en los camerinos.
Y fue así. En la última tanda, Luan hizo espectaculares volteretas de artes marciales que levantó al público de sus asientos. ‘Mucha disciplina. He luchado muchísimo por este trofeo. Siempre pienso en mi familia y en las cosas que he tenido que dejar. Pero me siento vivo’, nos dijo Luan tras coronarse campeón, con la mira ya puesta en París.