PUBLICIDAD
¿Cómo han evolucionado los personajes desde la primera entrega? En la primera parte, Peter Parker (Andrew Garfield) estaba aprendiendo a ser Hombre Araña… ahora ya es un experto. Por su parte, Gwen Stacey (Emma Stone) decide vivir lejos de Parker y todo lo que implica el Hombre Araña.
¿Cómo aportaron tanto Andrew como Emma a sus personajes? Andrew es muy sensible y transmite eso en la pantalla. Además es físicamente muy ágil y muy divertido, cualidades esenciales del Hombre Araña. Emma es la persona más encantadora que conozco. Su mezcla de ingenio, encanto, belleza y aptitud de comunicación es muy peculiar.
¿Cómo has combatido el viejo dicho de que las segundas partes no son tan buenas como las primeras? No se trata de superarte a ti mismo, más bien consiste en encontrar una idea central con la cual nosotros -y el público- nos podamos conectar. En la primera cinta, el tema era ‘la pieza faltante’. En El increíble Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro, el núcleo será el tiempo, aquel que no debes dejar pasar, por ejemplo, con tus seres queridos. Esta segunda parte será monumental y divertida. Te diré que desde el inicio mostramos veinte minutos de acción directa, vertiginosa y vibrante. Imperdible.
PUBLICIDAD
En esta entrega, Pharrell Williams y Hans Zimmer se dejarán oír en la banda sonora… Así es. Deseaba una textura contemporánea en la banda sonora. Que sea icónica y clásica, pero a la vez con sonidos que puedes escuchar en las radios neoyorquinas. Fue Hans quien no solo reclutó a Pharrell, sino también a Johnny Marr (The Smiths), Mike Einziger (Incubus) y Dave Stewart (Eurythmics). Ese es el super grupo de nuestra película.
Parece que la música es muy importante para ti… Ciertamente. Cuando estamos preparando escenas con o sin diálogo, ordeno poner música para generar vibraciones, solo para poner a los actores y al equipo en el humor adecuado. Por eso los encargados del sonido me odian.
Háblanos de Electro, ¿por qué es el personaje perfecto para el Hombre Araña? Es terrorífico y realmente hermoso. Hay algo inherentemente cinematográfico en un villano que aprovecha la electricidad y puede desaparecer en un enchufe en la pared. Pero el alma de Electro es Max Dillon (Jamie Foxx), un tipo ignorado por el mundo. Debido a su falta de amor, desarrolló todo el odio e ira que muestra Electro.
¿Qué efecto le imprimió el hecho de que toda la película haya sido filmada en Nueva York? Es enormemente divertido filmar en esa ciudad. La gente es relajada, no se impresionan fácilmente por las estrellas de cine. Solo quieren llegar a tiempo al trabajo. Además, hay un marcado sentido de comunidad en Nueva York que puedes recrear y eso se percibe en la película. Gracias a ello la película se siente auténtica.
¿Qué viene para la franquicia de el Hombre Araña? Imagino que industrias Oscorp desempeñará un papel importante en las siguientes entregas. Es todo lo que puedo decir por el momento, lamentablemente.
