Por: Sengo Pérez
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Si algo tenía bien enfocado el joven Jorge Vignati cuando saltaba de cine en cine, en los años cincuenta por su Cusco natal, era su futuro: ser cineasta. Veía todas las películas que llegaban al Cusco , dice. Eulogio Nishiyama, Lucho Figueroa y posteriormente Martín Chambi ya hacían cine lo que después fue conocido como la escuela cusqueña . A esos personajes mayores yo me arrimaba a escuchar; ellos tomaban té piteado y yo comía pasteles , cuenta Jorge.
Su meta era filmar y conocer el mundo. Para hacerlo, cualquier medio era bueno. Conoció el mar peruano trabajando en una bolichera y el territorio como camionero. Así, a primera vista registró y grabó en su memoria fiestas, costumbres y lugares del Perú profundo que luego plasmaría en fantásticos documentales. Y más que todo, aprendí a hablar quechua; en esa época hablarlo no era una virtud .
Llegaron luego los documentales y finalmente la entrada al cine grande. En 1971 vinieron al Perú Dennis Hopper, Peter Fonda, Kris Kristofferson y el director de fotografía Lazlo Kovacs a filmar The last movie. Con Kovacs aprendí todo lo que me faltaba aprender . Su dominio del quechua fue indispensable para comunicarse con los pobladores locales, pues la película se hizo en Chincheros.
Posteriormente, Vignati conoció a Werner Herzog, de quien sería asistente en la filmación de Fitzcarraldo.
Poco a poco, el mundo le fue quedando chico, del Polo Norte al Sur, de América a Asia, dirigiendo o haciendo cámara, desde el mar hasta las alturas del Himalaya, trabajando para National Geographic, Discovery, History Channel, ZDF de Alemania o la RAI de Italia. Hoy, a los 74 años, Vignati puede decir con orgullo que su sueño adolescente de filmar y viajar se cumplió con creces.
Hoy (ver recuadro), el veterano cineasta presenta Danzantes de tijeras, un documental de 11 minutos filmado en 1972. Solo podía usar un rollo, y eso duraba . La técnica elegida fue un plano secuencia , con la cámara siempre en constante movimiento.
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Con este trabajo ganó una mención honrosa en el Festival de Milán, pero lejos de felicitarlo, la Comisión de Promoción Cinematográfica absurdamente lo multó con 10 mil soles de esa época por haber exhibido el corto en el extranjero sin su aprobación.
No creo en los booms, el cine peruano no empezó ahora. Más bien ahora lo veo visualmente chato, plano, sin texturas; en lugar de iluminar, alumbran , dice, con la certeza de que aún puede aportar. Al escuchar su joven entusiasmo, es evidente que Vignati tiene rollo para rato.
Festival en Barranco La primera edición del Censurado Film Festival en Casa Túpac (Calle 2 de Mayo 253) presenta hoy filme de Vignati.
- Mesa (6 p.m.). ‘La Censura en el Cine’. Participan: Jorge Vignati, Ricardo Bedoya, Chicho Durant y Juan Carlos Torrico.
* Proyecciones (7:30 p.m.). Danzantes de tijeras (1972). El espacio entre las cosas (2013). Gregorio (1984).
Jueves 13 * Mesa (6 p.m.). ‘Ellas son la voz’. Participan: Judith Vélez, Nora de Izcue, Joanna Lombardi, Verónica Ferrari, Frau Diamanda. * Proyecciones (7:30 p.m.). La cicatriz de Paulina (2010) Prohibido (2011) Havla (2013)
Viernes 14 * Mesa (6 p.m.). ‘Tierra censurada’. Exponen: Fernando Valdivia, Andrés Llanos, José Balado y Fabrizio Deza. * Proyecciones (7:30 p.m.). Operación Diablo (2010) Molinopampa Newen Mapuche (2011)
Sábado 15 * Actividades familiares (5 p.m.) * Proyecciones (7 p.m.). Un perro andaluz (1987) Free China (2013)
Domingo 16 * Proyecciones (7 p.m.). Intercambio (2012) Searching for Sugar Man (2012).