Por: Ximena Arrieta
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¿De qué trata Rocanrol 68? Es una comedia romántica y adolescente que ocurre a mitad del verano de 1968. Tres amigos han terminado el colegio y pasan su verano de manera rutinaria hasta que llega una chica de Estados Unidos, Emma. Entonces, estos personajes intentan impresionarla metiéndose en mil problemas.
Una temática de romance adolescente. Sí. Hemos querido ser honestos con lo que es la adolescencia. A todos nos da roche recordar las cosas que hicimos en esa época, pero ha sido un trabajo bonito. Los actores no han tenido miedo de recordar y meterse de lleno en esos momentos vergonzosos.
¿Por qué has dicho que esta es una película homenaje? La película te ayuda a explorar quién eres y de dónde vienes. Y es un homenaje al cine y a la música, que son cosas que me apasionan.
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¿Por qué elegiste La Punta como locación? Por varias razones. Una es que la historia trata de tres pavos que viven en su burbuja y La Punta es como el rincón más alejado de la galaxia. Lo otro es que La Punta está como atrapada en el tiempo y permite ver esa ciudad que ya no existe y que no he conocido.
¿Cómo fue el proceso de armar esta película, por lo mismo que ni tú ni los actores conocían la época? Fue largo pero bonito. Estos procesos largos son los más gratificantes al final. Hicimos mucha investigación sobre la vida en los años sesenta en Lima y hemos aprendido a ver la historia a través de esta película. Es una forma de conectarnos con nuestro pasado.
¿Cómo elegiste al elenco? Buscamos gente joven e hicimos un primer casting donde quedaron Sergio y Mariananda. En el segundo casting llegaron Jesús y Manuel. Todos ellos le dieron algo especial a sus personajes, siguieron la esencia del guion, pero le terminaron poniendo algo de su personalidad y eso fue muy bacán.
Rocanrol 68 es una de las películas peruanas más esperadas de este año, ¿te imaginaste esta acogida? No sé qué tanto espera la gente, pero estoy contento. Lo que ha marcado la película es la buena onda que ha compensado los escasos recursos que teníamos.
Agotaste todas las entradas en el Festival de Cine de Lima, ¿cómo fue ver tu creación con sala llena? Fue lindo escuchar a la gente reírse y que luego te dijeran que lo disfrutaron mucho. La mejor recompensa es el cariño del público, porque uno no hace esto por plata ni por fama. Las risas y los aplausos son invalorables.
¿Qué esperas del estreno en salas comerciales? Ojalá nos vaya bien. Es una comedia que trata sobre cosas que nos han pasado en la adolescencia, el amor y la música. Todos se pueden identificar con los personajes y, por lo que hemos visto, la gente se ha divertido mucho cuando ve la película.
