Según un informe de la revista New Scientist, con imágenes del fotógrafo británico Nick Brandt, el lago adquiere ese nombre por el natrón o ‘sal divina’, un compuesto procedente de la ceniza del volcán Ol Doinyo Lengai, que diseca los cuerpos muertos de los animales y los vuelve como piedras.
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60º de temperatura alcanzan las aguas del lago Natron. Tienen una alcalinidad extrema de pH 10,5 (la piel humana tiene 5,5).
Sin embargo, los flamencos han logrado adaptarse e incluso anidan en las aguas del peligroso lago. Estas aves contrarrestan los altos niveles de cloro, sodio y magnesio del agua, filtrándolos con sus picos. De esta forma, se alimentan de las algas que abundan en la formación de casi 800 km2 de superficie. Sin embargo, como se ve en la foto, algunos flamencos se exponen demasiado al peligro.
No podía dejar de fotografiarlos. No sé la causa exacta del fenómeno, pero es impresionante’, dijo el fotógrafo Nick Brandt.