Por: Gabriela Acosta Silva
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Por muchos años ha sido la mujer que ha cautivado corazones en la pantalla chica. Ahora, a sus 44 años, parece que las cosas no han cambiado para Jennifer Aniston. Lo demuestra a través de la película ¿Quién *&$%! son los Miller?, que se estrena este jueves 19 en el Perú.
Al hablar con ella es difícil no recordar su personaje de Rachel Green en la serie Friends, y en sus incontables papeles en exitosas comedias románticas.
¿Qué aborreces de la fama? Que nos ven a nosotros los artistas como dioses, cuando somos simples seres humanos. De pronto, nuestra vida forma parte del interés mundial: que si me caso, que si estoy enojada con alguien, que si estoy embarazada… eso no debería ser lo importante. Creo que deberían poner más atención en otras cosas, porque realmente nada es lo que parece, ni nosotros somos tan geniales como piensan. Además, en Hollywood, cada quien hace su propia historia.
No dejas nada a la imaginación como Rose en ¿Quién *&$%! son los Miller? (Risas). Hago el personaje de Rose O’Reilly, soy una stripper y me toca hacer un baile sensual. Para ello tuve que ir a varios clubes y tuve un coreógrafo increíble, quien me enseñó este hermoso baile. No fue fácil hacerlo, estaba muy intimidada, pero al final creo que no quedó tan mal, ¿o sí? (Risas).
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Pareciera que no te costó trabajo la escena. Fui a un gimnasio durante semanas, el entrenador me puso una dieta muy estricta, y eso te da cierta seguridad. Lo más difícil fue subir las escaleras de una manera sexy.
¿La comedia es un género que te atrae o ha sido casualidad tu constante presencia en este tipo de cintas? Me encanta hacer reír a la gente. He realizado pocos dramas, pero creo que tiendo a gravitar hacia las comedias porque me sientan bien. Tengo ganas de hacer una cinta de terror, algo así como El exorcista, que provoque un miedo psicológico.
En ¿Quién *&$%! son los Miller?, te tocó hacer de mamá, ¿cómo te sentiste? Debo confesar que ya me siento como una madre, pues muchas de mis amigas lo son y convivo mucho con ellas… soy muy maternal. Somos madres desde que nacemos, ya sea en el papel de hermanas, novias, en todo. Es un instinto que he tenido durante mucho años, pero todo llegará a su tiempo. Dicen que la naturaleza es sabia y yo también (risas).
En el filme muestran un lado de México, ¿cómo fue rodar en Latinoamérica? La película se rodó en parte en Santa Fe, Nuevo México, pero no en el propio México. Sin embargo, soy una asidua visitante de las playas mexicanas, suelo vacacionar mucho en Los Cabos. Me encanta ir a México porque está cerca y porque la gente es muy amable y tiene una maravillosa ética en el trabajo. Te tratan muy bien…
¿A qué reflexión te llevó el personaje de Rose? Creo que ella es una bailarina triste que ha construido una apariencia dura, ya que padeció muchas decepciones durante toda su vida, sobre todo luego de tomar malas decisiones con malos hombres. Creo que la rabia se convierte en tristeza, y eso lo aprendemos con la vida. Así entré en el personaje. Creo que jugar con el cliché clásico de madre y esposa resultó ser más fácil de lo que esperaba. Tenía mucho que ver con las experiencias durante toda mi carrera.
