Un juez dictaminó este jueves que la problemática actriz Lindsay Lohan puede cumplir los 90 días de tratamiento por orden judicial en un centro de rehabilitación en California, en vez de ir a una institución de Nueva York, luego de un cambio de último momento.
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Lohan debía ingresar a un centro en el estado de Nueva York (norte), pero cambió de idea, ya que allí no se permite fumar, optando luego por un centro en Newport Beach, al sur de Los Ángeles, California (oeste).
El juez del Tribunal Superior de Los Ángeles, James R. Dabney, acordó el cambio de ubicación solicitado por el abogado de Lohan en Nueva York, Mark Heller, señalando que “parecía cumplir” con lo que los fiscales querían.
La actriz de 26 años tendrá que cumplir 30 días de servicio a la comunidad (que podrá hacer en Nueva York, donde reside actualmente) y someterse a 18 meses de psicoterapia, que ya inició.
La exestrella de Disney protagonizó un choque en junio del año pasado en Santa Mónica, tras el cual dijo a la policía que viajaba como copilota del Porsche que se estrelló contra un camión. La investigación posterior mostró que Lohan, en cambio, manejaba el vehículo.
Tras ello, fue acusada de dar falsas declaraciones, conducción imprudente y obstrucción a la autoridad. Estos cargos amenazaban con enviarla a prisión, puesto que, al quebrantar la ley, la actriz violó los términos de una libertad condicional de la que gozaba por robar un collar en 2011.
A pesar de una aclamada actuación en la película de 2004 “Mean Girls” durante su adolescencia, Lohan se ha hecho más célebre en los últimos tiempos por sus problemas con las drogas y sus estancias en prisión que por su trabajo.
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La actriz ha comparecido frente a los tribunales con frecuencia desde 2007, pero ha logrado no ir a prisión a excepción de los 87 minutos que pasó tras las rejas en noviembre de ese año.
Lohan actuó recientemente en “Liz and Dick”, un filme para televisión en el que representó a Elizabeth Taylor y por el que obtuvo muy malas críticas.