En agosto de 2011, un juez federal de California había ordenado a Mattel, fabricante de Barbie, que pagara 310 millones de dólares a su rival MGA, creador de Bratz, una cabezona jovencita que según Mattel es una copia de su espigada muñeca.
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El pago de 170 millones de dólares en daños y 140 millones en gastos legales iba a cubrir los gastos en que debió incurrir MGA luego de que Mattel perdiera la demanda de propiedad intelectual de la lucrativa muñeca dirigida a niñas y preadolescentes.
Pero el Noveno Circuito de Apelaciones en Santa Ana, California (oeste), decidió este jueves que el multimillonario pago había sido inapropiadamente decidido, desestimó el veredicto y urgió a ambas partes “a jugar limpio”.
“Nos complace que (la corte accediera en que) el veredicto y los daños deban ser revertidos”, señaló Mattel en un comunicado, agregando que espera que el asunto se resuelva pronto.
“Estamos deseosos de llegar a una rápida y final resolución en esta disputa y continuaremos focalizando nuestros esfuerzos en competir exitosamente en el mercado”, agregó.
Mattel emprendió el pleito aduciendo que el diseñador de las Bratz, Carter Bryant, concibió a la archienemiga de Barbie cuando era empleado en sus oficinas, entre 1999 y 2000.
MGA lanzó las Bratz en 2001 con tanto éxito que se convirtieron rápidamente en una seria competencia para Barbie, con una cifra de negocios anual superior a 1.000 millones de dólares.
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Fue entonces cuando la sofisticada Barbie debió compartir protagonismo en los anaqueles de las jugueterías con las Bratz, unas muñecas cabezonas, bajitas, de ojos grandes, aspecto travieso y vestir muy sexy.
A principios de 2011, un jurado había fallado en contra de Mattel al decidir que MGA no robó ningún secreto de autor, que Mattel no era dueño de la idea de crear sensuales muñecas y que no debía ser compensado por ningún daño.
Pero en un primer juicio, en 2008, un jurado le había concedido a Mattel 100 millones de dólares en daños y había ordenado a MGA a entregar la licencia a Mattel y suspender la fabricación y venta de los productos Bratz. Esta orden fue luego revocada en apelación.
La revocación de este jueves probablemente desate un nuevo juicio.
“Aunque ésta tal vez no sea la última palabra sobre el tema, tal vez Mattel y MGA puedan tomar una lección de su público objetivo y jugar limpio”, sugirió el panel de la corte federal de apelaciones en su fallo.