En la nueva película Hansel y Gretel: cazadores de brujas, el actor Jeremy Renner interpreta a un Hansel totalmente distinto al del cuento de hadas. Aquí, deja de ser el alimento de una bruja, para convertirse en cazador de estos malvados personajes.
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La cinta marca el retorno a la pantalla grande de este actor, nominado dos veces al Oscar, luego de su participación en El legado de Bourne (2012).
¿Qué te atrajo inicialmente de esta película? Cuando recibí el guion venía con una especie de póster con una imagen genial de los hermanos muy oscura, con una bruja quemándose detrás. Es la continuación del cuento quince años después. Tenía ganas de hacer algo divertido porque mis películas anteriores fueron más realistas.
¿Por qué crees que Hollywood ha tomado interés por renovar los cuentos de hadas? Porque ahora tenemos la tecnología para recrear esos mundos fantásticos que funcionan muy bien en pantalla. Además, son historias interesantes…
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¿Cuál fue tu mayor reto? No lastimarme fue uno bien grande (risas). Teníamos un equipo de dobles que se preocupaban por nosotros todo el tiempo, pero solo el hecho de correr en un bosque hace muy fácil que te dobles el tobillo…
¿Qué sentiste cuando te pusiste la casaca de cuero de Hansel? ¿Sinceramente? Pensé: ‘Espero poder moverme con esto’. Fue una experiencia hermosa, la hicieron muy bien. Es decir, era auténtica y era increíble. Hicieron un gran trabajo. Solo les dije: ‘Hagan lo que quieran con esto, solo asegúrense que me pueda mover porque por eso me eligieron para este papel’.
Cuéntanos sobre el director, Tommy Wirkola. Es la primera vez que hace una película para Hollywood. Es cierto. Realizó un filme más pequeño llamado Dead Snow y me pareció interesante. Es un tipo muy colaborador e hizo que las cosas en el set fluyeran muy bien sin importar de quién vinieran las ideas.
Y sobre tu coestrella, Gemma Arterton… Encontrar a la chica perfecta era importante. Cuando vi su foto me llamó la atención porque, como somos hermanos en la película, era importante para mí que tengamos algún parecido físico. Ella envió una cinta, nos sentamos a verla y pensamos: ‘Es fenomenal’. Hablamos por teléfono y treinta segundos después me convenció. No podía ser más adorable, creativa e inteligente. Aprendí mucho trabajando con ella.
Hablando de tu carrera, ¿cuál fue el impacto que tuvieron Zona de miedo y el Legado de Bourne en tu carrera? Hay una gran cantidad de hitos en mi vida. Mi primera película en 1995, Senior Trip, y Dahmer en 2002. Zona de miedo fue algo enorme para mí porque era una película pequeña, pero que alcanzó un gran reconocimiento y tuvo vida propia. Si nos preguntabas a los actores sobre la película cuando acabamos de filmar, te hubiéramos dicho que era una buena miniserie. Luego de eso, las puertas se me abrieron.