“Nunca se escondió”, dice Sebastian Junger sobre su amigo el fotógrafo Tim Hetherington, fallecido en 2011 mientras cubría la rebelión en Libia, quien es recordado y aplaudido en Sundance, donde una película recompone el trayecto humano y profesional de un gran “creador de imágenes”.
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Presentada fuera de competición, “Which way is the front line from here? The life and time of Tim Hetherington” (¿Dónde está la línea del frente? La vida y la época de Tim Hetherington) es obra de Junger, con quien el fotógrafo realizó “Restrepo”, Gran Premio de Documental en Sundance 2010.
La película, producida por la cadena estadounidense HBO, sigue la formación y la carrera de diez años del fotógrafo británico, desde sus primeras imágenes de la guerra de Liberia hasta el 20 de abril de 2011, cuando encontró la muerte en Misrata (Libia) con 40 años y junto al fotógrafo Chris Hondros, víctimas ambos de tiros de mortero.
Nacido en Liverpool, Hetherington estudió Literatura en la Universidad de Oxford antes de dedicarse por completo al fotoperiodismo.
Vivió y trabajó varios años en África, donde fue el único fotógrafo que pudo traspasar las líneas rebeldes durante la guerra civil en Liberia de 2003.
Hetherington era también un videasta y la película utiliza muchas de sus imágenes, fijas o animadas, especialmente las de sus últimos días.
“Tim había filmado mucho material durante los últimos días de su vida con una cámara de video, y sus imágenes se convirtieron en un punto de partida” del documental, explica Junger en su nota de presentación.
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“Cada vez más periodistas mueren en las zonas de conflicto y sus muertes son cada vez más documentadas ya que todo el mundo, aparentemente hasta los combatientes rebeldes, tiene cámaras de video”, observó el realizador.
“La tragedia de la muerte de mi amigo, pensé, podría quizás informar a los periodistas y al gran público de los riesgos de la profesión”, añadió Junger. “Creador de imágenes” La película ofrece también entrevistas con amigos y personas cercanas a Hetherington, especialmente el fotógrafo James Brabazon, con quien tuvo sus primeras experiencias en Liberia, y quien subraya el gran talento de su amigo para la fotografía y el documental.
Junger estima igualmente que “su gran valor como artista era su capacidad de combinar diferentes medios y trascender los límites de su profesión. Él mismo no quería definirse como ‘fotógrafo’, él prefería el término más ambiguo de ‘creador de imágenes’”, escribió.
Hetherington había alcanzado un renombre mundial y el reconocimiento definitivo de sus compañeros gracias a su trabajo en Afganistán, con el que había publicado un libro de fotos, así como el documental “Restrepo”. Además, sus fotografías del conflicto le valieron el World Press Photo Award en 2007.
Una selección de sus imágenes está expuesta hasta final de mes en la Julie Nester Gallery en Park City (Utah, oeste de Estados Unidos), donde se celebra el festival de Sundance hasta este domingo.
Para destacar que su amigo estaba mucho más cómodo detrás del objetivo que delante, Junger decidió abrir su película con imágenes de una “profesión de fe” en un primer plano. Muy difícil de “engañar” para traspasar la cámara, se ve a un Tim Hetherington dudando mucho tiempo sobre las palabras que quiere emplear.
Hasta que se decide finalmente: “Pienso que lo más importante, para mí, es estar en contacto con personas reales. Captarlas incluso en las circunstancias más extremas, cuando no existe una solución clara, cunado no hay unas instrucciones perfectas para decir ‘es esto lo que ocurre’. Espero que mi trabajo muestre eso”.