La agencia espacial estadounidense (NASA) emitió este martes la primera canción retransmitida en directo desde Marte a través del vehículo robótico Curiosity, a cargo del músico estadounidense galardonado con el premio Grammy Will.i.am, como parte de un esfuerzo para inspirar a los jóvenes a interesarse por la ciencia.
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No sabemos si a los marcianos les gusta la música de Will.i.am pero Curiosity, que se posó en la superficie del planeta rojo a comienzos de mes, permitió a los terrestres disfrutar del momento al retransmitir “Reach for the Stars” (Alcanza las estrellas) al Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), en Pasadena, California (oeste de Estados Unidos) y en el sitio web de la NASA.
Los miembros de la NASA siguieron con aplausos y mantuvieron sus brazos en el aire, sonriendo y siguiendo de la música durante este uso alego menos científico del equipamiento de alta tecnología y la capacidad de comunicación del Curiosity.
“Parece surrealista”, declaró el actor y rapero estadounidense, al explicar como el responsable de la NASA, Charles Bolden, le había llamado para pedirle una canción para transmitir desde Marte como parte de un esfuerzo educacional de la agencia espacial para interesar a los jóvenes.
La canción, cuya letra afirma “sé que Marte podría estar lejos pero cariño tampoco está tan lejos”, utilizó una orquesta con una cuarentena de instrumentos en lugar de un sonido más moderno y generado electrónicamente.
El cantante afirmó que no quería “una canción hecha en una computadora”, puesto que iba a ser la primera canción transmitida a la Tierra desde Marte.
“Quería mostrar la colaboración humana con una orquesta allí para tener algo que pudiera perdurar en el tiempo, que pudiera ser apreciado por distintas culturas, que no tuviera el ritmo del hip hop, o de la música dance”, afirmó.
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“Muchas veces… se supone que la gente en mi área no debe tratar de ejecutar algo clásico o con orquesta y quería romper ese estigma”, afirmó el cantante.
El objetivo era inspirar a la gente joven, como la congregada por el evento de la NASA, en la que había algunos del barrio de Boyle Heights, en el este de Los Ángeles, donde creció el cantante.