A quienes no conocen el tipo de humor del actor Adam Sandler (Brooklyn, 1966), les resultará difícil creer que esta reconocida figura de Hollywood nunca había protagonizado una comedia para adultos (es decir, no apta para menores de 17 años), hasta Ese es mi hijo, dirigida por Sean Anders.
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Sandler se mantuvo firme en el territorio de la comedia familiar y le ha ido bien: en los últimos cinco años películas suyas como ’Son como niños’, ‘Una esposa de mentira’ y ‘Jack y Jill’ han recaudado unos 3 mil millones de dólares en todo el mundo. Entonces, ¿por qué habría de arriesgarse?
‘El guion de ‘Ese es mi hijo’ era divertido, me gustó la idea. Andy Samberg (cómico de Saturday Night Live que también actúa en esta película) me llamó y me dijo que le había gustado y eso me emocionó’, cuenta Sandler.
El actor es también un experto productor y ejecutivo de su empresa Happy Madison Productions, y no tiene problemas con este tipo de películas. Después de todo, hay comedias dirigidas a adultos que se han convertido en taquillazos, como ‘¿Qué pasó ayer?’ y ‘Damas en guerra’.
Para un hombre que ha hecho millones con chistes inocentes, un cambio tan radical no podía pasar desapercibido. ‘Fue divertido hablar frente a cámaras de la misma forma en la que hablo en el baño’, comenta. ‘Crecí maldiciendo mucho. Es algo natural. Mis padres me decían siempre que parara cuando no estaba disfrutando de algo, pero luego mi padre falleció y ya no estaba ahí para gritarme. He hecho muchas cosas maldiciendo’.
Pese a toda la diversión, Sandler insiste que se toma todos los proyectos en serio. ‘Si una película llega hasta mí, me gusta y me conecto con ella, la voy a hacer’, explica. ‘No sé lo que haré. Nunca sé qué es lo que viene después. Le grito a la gente a veces porque no sé qué viene, y eso tiene su encanto’.