Tras Medianoche en París (2011), el reconocido director estadounidense Woody Allen vuelve con otra comedia rodada en Europa. De Roma con amor narra las aventuras y romances de diversos personajes independientes en la capital italiana.
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¿Cómo nació la idea de grabar esta película?
Cuando supe que rodaría en Roma, revisé todas mis notas personales y recogí las ideas que pensé que mejor se adaptarían a la ciudad. Por ejemplo, a los italianos les encanta ir a la ópera, así que se trataba de tener una buena idea en ese contexto y enlazarla con otra situación.
No todo el mundo tiene la capacidad de convertir una pequeña idea en una buena película…
Digamos que tengo la capacidad de imaginar historias que tienen un cierto sentido. Algunas personas saben cómo arreglar un televisor, otras cómo conducir un auto rápidamente. Yo sé cómo contar historias.
En esta película hay cuatro historias en paralelo. ¿Roma resulta muy inspiradora?
Es una ciudad vibrante y llena de intriga con todo lo que sucede en sus cafés, tiendas, en las escalinatas de la iglesia… La ciudad es soleada, así que su gente suele estar de buen humor. Adoran la vida en las calles, ir al cine… No es una sociedad formal.
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Esta comedia ironiza con el mundo de la fama y las celebridades. ¿Cómo va el prestigio de Hollywood?
La fama es un fenómeno interesante. Hay más ventajas que desventajas en ser famoso. El problema es que ahora algunas personas son famosas por razones equivocadas, no por sus logros.
¿Alguna vez te sentiste bloqueado para escribir?
Nunca se me acaban las ideas. Tengo varias para cada película y tengo aún más ocurrencias metidas en mis cajones.
