Esta tostada parece común y corriente, pero ayer fue subastada por 424 dólares en Inglaterra.
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¿Por qué? Es que el príncipe Carlos la dejó en la bandeja de su desayuno el día de su boda con Diana, en 1981.
El pan, que fue adquirido por un comprador anónimo, fue ofrecido a subasta por Rosemary Smith, de 83 años, la madre de una camarera de Carlos, que la cogió ese mismo día de la bandeja.