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Ni el talento del fotógrafo Mario Testino fue respetado por el afán de perfección antinatural.
En las románticas imágenes en blanco y negro, se ve a Lila Grace, hija de la conflictiva modelo británica, abrazar a su madre con ternura, pero con dos dedos menos, ya que sólo le dejaron pulgar, índice y anular.
Aunque la magia del Photoshop hace maravillas con la edad de las celebridades, el abuso del programa desemboca también en grandes desastres fotográficos.