Por Angelita Borrero
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En los Oscar, vestir de diseñador trae suerte. Estas cinco hermosas actrices se llevaron a casa el premio dorado. Ellas, además, quedaron en la historia usando los vestidos más emblemáticos de todos los tiempos en los Premios de la Academia. Sus buenas elecciones dejaron un momento inolvidable para la moda.
1. Audrey Hepburn En 1954, la actriz belga-británica asistió al Vigésimo Sexto Premio de la Academia en un blanco y floreado Givenchy. Esa noche, Hepburn ganó el Oscar a la Mejor Actriz por su papel como la Princesa Ann en Vacaciones en Roma. Esta fue la primera vez que Hubert de Givenchy diseñó para ella, tarea que se volvería muy habitual a lo largo de la carrera de la actriz, dentro y fuera de la pantalla.
2. Grace Kelly A solo un año de convertirse en la princesa de Mónaco, Grace Kelly ya lucía como tal. La actriz se veía así en los premios Oscar de 1955, donde ganó la estatuilla dorada por su papel en The Country Girl (La angustia de vivir). Su vestido fue obra de Edith Head, diseñadora por excelencia de las películas de Alfred Hitchcock, quien ya había trabajado con Grace Kelly en La ventana indiscreta.
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3. Gwyneth Patrol La actriz estadounidense escogió a su compatriota Ralph Lauren para que la vistiera en los Oscar de 1999. Esa noche, Paltrow se llevó a casa la estatuilla a Mejor Actriz por su performance en Shakespeare enamorado. El ‘bubblegum pink’ (rosado chicle) sirvió de inspiración para las tiendas de ropa estadounidenses, ya que, ese año, abundaron vestidos del mismo color.
4. Julia RobertsEn el 2001, Roberts recibió la estatuilla a Mejor Actriz por su impresionante actuación en Erin Brockovich. Subió al escenario con un vestido vintage firmado por Valentino, de su colección de Alta Costura. Tal elección reafirmó su continua sencillez y elegancia. Recientemente, Valentino dijo que ver a la actriz en ese vestido fue uno de los hitos mayores de su carrera.
5. Halle Berry Fue la primera afroamericana en ganar un Oscar a la Mejor Actriz, en el 2002, por su papel de Leticia Musgrove en Monster’s Ball. Todos los ojos se concentraron en ella en la alfromba roja a causa de su revelador vestido, diseñado por un todavía desconocido Elie Saab. Su discurso de agradecimiento es uno de los más recordados por la emotividad de la actriz.
