‘Emprender desde casa sin inversión’, por Mauricio Bock

Por Mauricio Bock | Presidente del Institute of Neurocoaching | Máster en Neuropsicología | Facebook | Instagram

La cuarentena sigue un trayecto incierto en el tiempo y no llegan los ingresos, pero se mantienen muchos gastos. Tal vez hayas perdido tu empleo o se hayan reducido tus ingresos. Es hora de moverse para conseguir ser productivo económicamente.

Tu verdadero capital no reside en el dinero que tengas en el banco, sino en tus relaciones. Todos tenemos un alcance considerable de conocidos. Lo puedes validar desde el número de amistades que tienes en Facebook y otras redes sociales.

Así como tú, las empresas se encuentran en la misma situación de supervivencia. Todas crean ideas, conceptos, productos para llegar a mantenerse. La verdadera necesidad de las organizaciones no está en tener la idea, sino en vender, y la mejor venta es aquella que se basa en la confianza. Es allí donde entras tú a tallar.

Ninguna organización se encuentra en posición de contratar a personal en planilla, en especial las MYPE y PYMEs, pero sí requieren de una fuerza de venta. La figura del free-lance es entonces una buena opción. Vender bajo comisiones es la forma más lógica de proceder. ¿Qué te impide avanzar entonces? Solo tu identidad y tus creencias te dicen que no puedes explotar tu red de contacto para un tema comercial.

Aquí va una guía de cómo te puedes poner en acción:

1. Romper el paradigma. ¿Qué productos necesitas tú que no puedes conseguir? Haz una lista sin pensar en la parte económica y hazte las siguientes preguntas: ¿Si un amigo tuviera ese producto, le comprarías? Y si tus amigos te contactaran de manera proactiva para venderte esos productos, ¿los juzgarías? Si tus respuestas aceptan la posibilidad de comprarle a amistades sin juzgarlos, ¿qué te hace creer que tú no lo podrías hacer?

2. Estudio de mercado. Sondea el mercado que manejas. Sé proactivo en tender reuniones ZOOM con tus familiares, amistades y colegas para entender qué pueden ellos necesitar. Usa también tu whatsapp y otras redes para ello. Será tu primer círculo de influencia que abordarás luego de tener algo para ofrecerles.

3. Cuantifica las necesidades. Aquí viene otro estudio a considerar. Una vez que ya tienes tu muestra de necesidades, cuantifica estas necesidades. Usa los números para una proyección de propuesta comercial. Por ejemplo: Tengo un universo de 100 contactos directos que necesitan mascarillas y guantes, pero no saben dónde comprarlos. De estos 100 contactos, el 80% son familias compuestas por al menos tres personas. Extrapola las necesidades con un agente multiplicador para saber cuántas mascarillas podrían necesitar al mes y cuántos guantes. Con estas cifras ya tienes un potencial de venta mensual y trimestral.

4. Busca proveedores. Es la clave de tu emprendimiento desde casa. Contacta a las empresas que fabrican los productos; deben ser serios, cumplidos y éticos en ofrecer garantías. Ve cómo los comercializan, busca al dueño y coméntale de tu potencial de distribución. Con cifras en mano, será muy probable que te quieran escuchar.

5. Negociación con el proveedor. La solución más sencilla para una empresa será ofrecerle un pedido grande con una economía de escala para que tú puedas ganar un margen. Pero no necesariamente tienes la capacidad de inversión ni la de tener un stock en casa. Por eso debes negociar una comisión de ventas como tomador de pedido para no tener que desembolsar antes de que tus clientes te compren. Evalúa con ellos escalas de pedidos y tiempo de entregas. Pídeles herramientas de marketing para que puedas inundar tus redes con ello y todas las especificaciones de los productos.

6. Extrapolar el negocio. Si el negocio te está funcionando, podrás pensar en ampliar la gama de productos y hasta armar una red de re-sellers para llegar a tener más alcance. Esto no es un negocio multinivel, sino de venta directa. Piénsalo, está en tus posibilidades. Muévete porque el futuro para ti es hoy, no mañana.