Poco a poco, la tecnología se ha ido apoderando del fútbol, pues el juego se ha modificado por la exigencia física de los atletas.
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La incursión del VAR ha sido uno de los principales avances, ya que el arbitraje estaba siendo rebasado por la capacidad de los futbolistas.
Asimismo, muchos equipos en el mundo utilizan la tecnología como una gran aliada para corregir errores puntuales.
Incluso, hay instituciones que miden el desempeño físico de sus jugadores y los ayudan a mejorar ciertos aspectos de su físico.
A unos días de que se dispute la Final de la Champions League, el futbolista del Liverpool, Trent Alexander-Arnold, sorprendió a las redes sociales.
Y es que, el lateral derecho entrenó con un aparato en la cabeza, situación que no entendieron del todo los aficionados.
Alexander-Arnold traía puestos sensores cerebrales, tecnología neuronal de punta de origen alemán, los cuales arrojan resultados puntuales de cada jugador, con la intención de hacer entrenamientos específicos.
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El lateral inglés los utilizó para mejorar los cobros a balón parado; además, sirvió para medir su estado mental y concentración, los cuales son importantes en un encuentro de fútbol.
Esta herramienta pertenece a la empresa Neuro11, del científico alemán Dr. Niklas Hausler y su socio comercial Patrick Hantschk.
La presencia de Jürgen Klopp ha sido fundamental para Alexander-Arnold, pues fue el estratega alemán quien lo debutó en Primera División, en 2016.
Desde entonces, el lateral inglés se ha convertido en un inamovible en el esquema del timonel teutón.
En la presente campaña es de los hombres de peso, al ser de los jugadores con mayor número de asistencias, con 18, pese a que juega en la zona defensiva del equipo.
“Me ha empujado a mejorar cada día. Me ha dado tantas oportunidades que nunca podré devolverle tanta confianza. Me ha hecho ser quien soy”.
— Trent Alexander-Arnold, jugador del Liverpool
