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Piero Marky, trotamundo y ciclista a tiempo completo, nos cuenta detalles de Nueva Zelanda, país que conoce bien y que albergará a Perú para el duelo de repechaje este viernes 10 de noviembre.
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A vísperas de que Perú se enfrente contra la última barrera que podría dar fin a treinta y seis años sin clasificar a un Mundial, existen muchas dudas respecto al país que nos toca enfrentar: Nueva Zelanda. Durante este último mes, he escuchado diversos comentarios desde cómo ha sido el desempeño de los ‘kiwis’, hasta información básica como dónde está ubicado ese país tan lejano y nuevo para nosotros. Tuve la suerte el año pasado de estar en este país y de conocer de cerca su historia, costumbres, forma de vida y con qué realidad se encontrarán nuestros jugadores.
Nueva Zelanda es un país pequeño, de menos de cinco millones de habitantes pero con escenarios naturales impresionantes y un estándar de vida muy alto. Empezando por un fuertemente financiado sistema educativo y de salud, además de un poder adquisitivo superior, que garantiza cubrir todas las necesidades básicas de la población. Es un estado con índices de criminalidad muy bajos y ha sido nombrado recientemente por la revista ‘Doing Business’ del Banco Mundial como el país con mayor facilidad para hacer negocios.
Lo primero que uno nota es el jetlag. El cuerpo tiene que acostumbrarse a un horario invertido donde el día se convierte en noche y viceversa. Puede ser algo muy incómodo para el que no está acostumbrado. Me empecé a sentir cansado durante el día como si no hubiera dormido la noche anterior y en la noche sentía tal energía que cuesta conciliar el sueño. Es una sensación que te puede acompañar varios días, incluso, hasta semanas si no adoptas una rutina (horario de comidas, actividad física, etc.) que permita al cerebro establecer un horario de sueño acorde.
Otro detalle a considerar es el idioma. Si bien es un país en donde se habla inglés, el acento puede ser muy difícil de comprender por el uso de frases y expresiones que son propias del lugar. Además, la pronunciación se asemeja a la inglesa, pero ha tomado forma propia en esta región. Una similitud más con Inglaterra es que se maneja por el lado izquierdo.
Me impresionó de sobremanera que los neozelandeses son personas muy preocupadas por el cuidado del medio ambiente, la salud y la preservación de sus espacios naturales. Aún en zonas alejadas de las grandes ciudades, se puede encontrar una infraestructura adecuada para el manejo de residuos. El resultado es que se puede manejar por horas y días y uno nunca deja de admirar un paisaje realmente increíble y en armonía casi perfecta con la presencia artificial de la actividad humana.
Recorrer la isla norte fue suficiente para notar cambios abruptos en la geografía y el clima. En un solo día es posible pasar de la playa al bosque y luego de las montañas a los volcanes. Tiene destinos muy distintos, los cuales se comunican exclusivamente por carreteras o caminos bien señalizados y mantenidos. Sin duda, representa una gran fortaleza para el turismo en Nueva Zelanda.
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A aquellos que vayan a visitar este país por primera vez con la excusa del partido, les sugiero no solo visitar Auckland y Wellington, sino también recorrer ciudades pequeñas como Rotorua, Taupo y Whanganui. Les aseguro que no podrán olvidar, sobre todo, los espacios abiertos que rodean estas ciudades y tantas otras que me quedan por conocer en la isla sur en un próximo viaje. Tengan en cuenta que los ‘kiwis’ son muy amigables, incluso sus autoridades. Pero, la ley se cumple.
Ficha
Piero Marky
Profesión: Hotelería y Turismo / ciclismo
Hobbies: viajes
Países visitados: Argentina, Australia, Brasil, Colombia, Estados Unidos, República Dominicana y Nueva Zelanda.
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