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POR VANNA PEDRAGLIOCOACH DEPORTIVA Y NUTRICIONAL
Normalmente, una comida con alto contenido en carbohidratos o azúcar -que llegan a la sangre como glucosa- causa una reacción en una de nuestras hormonas llamada insulina. Este pico de glucosa debe ser controlado, ya que en nuestro organismo debe haber un equilibrio, lo que obliga al páncreas a producir insulina, encargada de hacer que se lleve esta sustancia a almacenamiento en los músculos, el hígado (fuentes de reserva limitadas) o finalmente adonde menos queremos: a las células de reserva de las grasas o adipocitos.
Muchas veces podemos sentir físicamente estos picos de azúcar a través de la sensación inmediata de sueño o letargo. Pero eso no es todo.
Con el tiempo, el cuerpo ya no será capaz de reducir con tanta eficiencia la glucosa sanguínea si la concentración es siempre alta, lo que puede llevar a la aparición de una patología muy complicada como la diabetes tipo 2. Otra consecuencia del consumo recurrente de azúcar en nuestro cuerpo es el endurecimiento de los vasos sanguíneos, que puede ocasionar un grave riesgo cardiaco.
No es broma ni un placer sin consecuencias el consumo excesivo de azúcares simples o comidas cargadas de carbohidratos. Por eso, aquí les dejo algunos tips para evitar los picos de azúcar en la sangre:
1.- Haz ejercicio de manera regular. Hacer deporte aumenta la sensibilidad a la insulina, pues las células musculares pueden absorber la glucosa ayudando a conseguir el equilibrio en la sangre. Hoy en día es muy común padecer resistencia a la insulina, paso previo a la aparición de la diabetes tipo 2. Por eso, hacer deporte debe ser más que un pasatiempo, una rutina diaria en tu vida. Para ti y para tu familia. Como nota adicional, está comprobado que el entrenamiento a alta intensidad libera la hormona del crecimiento, que estimula la utilización de grasas. Así que por un objetivo u otro, la actividad física es indispensable para la salud de nuestro organismo.
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2.- Consume más fibra en tus alimentos. La fibra puede considerarse dentro de dos grupos: la soluble y la insoluble. Y cada una tiene una función importante para evitar estos problemas. Por ejemplo, la fibra soluble se disuelve en agua formando una sustancia similar a la de un gel que retarda la absorción de los carbohidratos en el intestino. Entre los alimentos altos en este tipo de fibra tenemos las nueces, la avena, las legumbres y frutas como la manzana o los arándanos. La fibra insoluble te hará sentir mayor saciedad por mayor cantidad de tiempo, causando una reducción del apetito y, por ende, una menor ingesta durante el día contribuyendo a que logres un peso ideal.
3.- Añade un poco de vinagre a tus alimentos. Se ha encontrado que vinagres como el de manzana tiene muchos beneficios para nuestra salud. Entre ellos, aumentar la sensibilidad de la insulina post prandial (después de haber ingerido alimentos) entre un 20 y 35%. Además, reduce el índice glucémico de los alimentos (su sensibilidad a la insulina), evitando así que ocurra un pico de azúcar en sangre.
4.- Consume alimentos ricos en cromo y magnesio. Estos minerales son eficaces en el control del azúcar en la sangre. Entre los que tienen alto contenido de cromo están el brócoli, la yema del huevo, los mariscos, los tomates y las nueces del Brasil. Y entre los alimentos ricos en magnesio tenemos las espinacas, las almendras, el maní y la palta.
Debemos ser conscientes de lo importante que es mantener un peso saludable, no solo por estética, sino también por evitar alguna enfermedad metabólica. El sobrepeso es la expresión de que nuestro organismo no está funcionando como debe, hace más difícil que este pueda utilizar la insulina y controlar el nivel de azúcar. Consumir o no azúcar va más allá de la fuerza de voluntad. Es una necesidad fisiológica porque en el cuerpo, así como hay un pico, consecuentemente hay un bajón y este genera sueño, letargo y hambre. Busca el cambio en tu estilo de vida hoy para siempre, por tu salud.