Los nadadores que reaccionan a una bocina en el entrenamiento en lugar de a la voz de sus entrenadores pueden ganar unas milésimas de segundo en sus registros, una diferencia que puede resultar crucial entre la élite, según un estudio australiano.
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Durante una prueba realizada con los mejores nadadores australianos, el investigador de la Universidad de Sídney Chris Papic demostró que los nadadores que utilizan una señal sonora cuando se entrenan pueden ganar 0.012 segundos en el tiempo de carrera, es decir la diferencia posible entre una medalla de plata y otra de oro al primer nivel.
“Una centésima de segundo puede hacer la diferencia (…) sobre todo en las pruebas cortas”, explicó el viernes a la AFP Papic, optimista de que su estudio permita a los entrenadores mejorar sus programas de entrenamiento.
Los nadadores australianos, que están entre los mejores del mundo, han cosechado tres medallas de oro, tres de plata y dos de bronce en lo que va de la competición de natación de los Juegos de Rio-2016.