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Inglaterra se llevó un trabajado triunfo en el derbi británico ante Gales gracias a un gol en el descuento de Daniel Sturridge (90+2), este jueves en Lens, que coloca a Inglaterra líder de la llave B y casi clasificada para octavos.
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Los galeses se adelantaron en el primer tiempo con un lanzamiento de falta de Gareth Bale en el 42 y los ingleses empataron al inicio del segundo tiempo con un tanto de Jamie Vardy (56) en un partido que acabó decidiendo Sturridge.
Fue un encuentro emocionante y con mucha pasión, sobre todo en las gradas, entre dos aficiones que se detestan, aunque el encuentro transcurrió sin incidentes.
Los primeros minutos fueron de típico juego británico, mucha fuerza, presión y balones aéreos y pocos balones por el pasto.
La primera ocasión, y la más clara de la primera parte, fue para los ingleses. Un rechace de la defensa a saque largo del portero galés Wayne Hennesey, cayó en la bota de Harry Kane, que lanzó en profundidad a Adam Lallana y éste, al pisar el área, centró pero Rasheed Sterling, en boca de gol y con el portero batido, la echó por encima (7.
Gales respondió con una triangulación que acabó en Bale, quien dentro del área probó el chut pero rebotó en una defensa (9).
A medida que pasaban los minutos, Inglaterra se adueño del balón y dispuso de varias ocasiones, aunque no tan claras como la de Sterling. Wayne Rooney disparó de lejos pero alto en el 13, Kane remató también por encima del larguero en una falta directa (22) y Gary Cahill cabeceó un córner a las manos de Hennesey (26).
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Minutos después se produjo la jugada polémica del partido: en un balón alto dentro del área, Kane le ganó la partida a su defensor pero su remate tocó en la mano de Ben Davies. Los ingleses reclamaron un penal que el árbitro no concedió (32).
Otro gol de falta de Bale
En otro córner, Chris Smalling volvió a cabecear fuera (36). Eran minutos en los que Inglaterra parecía tenerlo todo controlado ante un rival que apenas pisaba el área contraria, pero los galeses sacaron petróleo de una falta lejana, a unos 25 metros, que lanzó Bale y sorprendió por bajo a Hart, que tampoco estuvo muy acertado porque el balón iba bastante centrado (42).
En el descanso, Roy Hogdson cambió a su pareja de atacantes, dando entrada a Jamie Vardy y Daniel Sturridge por Kane y Sterling y su apuesta resultó ganadora, ya que ambos hicieron posible la remontada.
En una jugada que comenzó en un lanzamiento de esquina y tras varios rechaces, Vardy se encontró un balón en el área pequeña y la remató a la red (56).
Los galeses protestaron al considerar que había fuera de juego, pero el pase al delantero del Leicester procedía del capitán Galés Ashley Williams, por lo que no había posición antirreglamentaria.
Gales apenas salía de su área ante el asedio inglés, pero en el minuto 73, Hogdson decidió el cambio de Lallana, el único hombre junto a Rooney en canalizar el juego de los Pross, por el joven delantero Marcus Rushford, y los ingleses se quedaron sin quien suministrar balones a los delanteros.
Cambios decisivos de Hogdson
Gales se estiró un poco y Bale cabeceó fuera un centro desde la izquierda (75). Poco después fue Jonathan Williams, recién ingresado, el que pateó alto (80).
Sin embargo, la suerte acabó sonriendo a los ingleses en el descuento. Una combinación acabó en los pies de Sturridge y el delantero del Liverpool acertó a meter la pierna derecha para batir a Hennessey (90+2) y dar el triunfo a su equipo.
Con estos tres puntos, Inglaterra se coloca líder del grupo B con 4 unidades, mientras que Gales y Eslovaquia suman tres y cierra Rusia con una sola. Curiosamente, si los ingleses derrotas a los eslovacos en la última jornada, a Gales le serviría el empate para clasificarse para los octavos de final.