Carlos Lázaro
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En 1981, en el Estadio Monumental de Buenos Aires, la revista argentina El Gráfico premió a los tres mejores jugadores de Amé- rica. Por detrás de Diego Armando Maradona y Zico, se colocó Julio César Uribe , un delgado atacante peruano de 23 años que militaba en Sporting Cristal.
El ‘Diamante Negro’ paseó su velocidad, gambetas y goles por equipos de Italia, Colombia y México. Disputó el Mundial de España 82 y las Copas Amé- rica de 1987 y 1989 con Perú. En 1994 se retiró de las canchas para trabajar como director técnico. Tuvo la oportunidad de dirigir a la blanquirroja en las Copas América del 2001 y 2007. Publimetro conversó con este referente del fútbol peruano de todos los tiempos en la previa a una nueva edición del torneo de fútbol más importante del continente.
¿Qué expectativas tienes sobre lo que hará Perú en esta Copa América?
Yo amo a mi país y siempre le deseo lo mejor a mi selección. No digo cosas que no sienta. He tenido la oportunidad de vestir esta hermosa camiseta y de dirigirla. El camino es complicado, pero todo se puede lograr con trabajo. Además, este equipo renovado intentará mostrarse y eso será un soporte para sacar adelante los partidos.
¿Cuánto influye en los más jóvenes jugar por primera vez un torneo tan fuerte?
Es una motivación extra para ellos, porque dentro de sus objetivos está cambiar la imagen del fútbol peruano. A eso suma la buena campaña que quieran realizar, para alcanzar sus metas personales. Este grupo debe seguir trabajando en equipo, porque solo así crecerá. Justamente, ese espíritu renovado he observado en los últimos partidos. Este nuevo grupo ha generado esperanzas en los aficionados.
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¿Qué te pareció el nivel mostrado por la selección en los últimos amistosos?
Jugó con mucho entusiasmo, muy dinámico y con ganas de hacer bien las cosas. He visto jugadores rápidos. El partido con El Salvador te permite sacar mejores conclusiones que el de Trinidad y Tobago, que tenía poco o nada. Creo que ese segundo amistoso fue más peleado, ya que el rival, a pesar de no ser un gran equipo, tenía argumentos colectivos. Sin embargo, nuestra selección fue superior. Los jóvenes, en ese camino, podrían darnos satisfacciones. Ojalá así sea, porque la intensidad de un amistoso es distinta a la de un partido oficial.
¿Este grupo debería jugar las eliminatorias?
Eso espero. Esta selección es solidaria, con jugadores que se respaldan en todo momento. De repente, sucede porque son contemporáneos. Si se sigue trabajando de la misma manera y con este mismo grupo de jugadores, se podría conseguir mejores resultados. Yo, sinceramente, espero que esta generación le devuelva a nuestra selección el nivel de competencia que tenía años atrás. Hay material para cumplir esa meta.
En el 2014, en San Martín, colocaste a Carlos Ascues en una posición distinta, ¿observas a otro futbolista polivalente en este nuevo plantel peruano?
Sí. No son muchos, pero hay más de uno. Es bueno resaltar esto, porque el técnico conoce a la perfección a su plantel y entiende quién podría funcionar en distintas posiciones cuando el equipo más lo necesita.
¿Pizarro, Farfán y Vargas deberían ya dejar nuestra selección?
Eso lo determina la producción del jugador. Yo creo que la selección debería aprovechar el mejor momento de cada jugador. Hay que ser coherente en lo que se dice y en lo que se debe hacer. Hacerles creer y sentir que son intocables, que siempre van a ser convocados, es una mala decisión. No hay futbolista inmortal, todos cumplen ciclos. Eso hay que saberlo manejar y es la decisión del entrenador, no la del jugador.
