La tenista número uno del ránking mundial Serena Williams prometió este jueves que no volverá a comer comida para perro, tras ceder a la tentación de un bocado del alimento de su mascota, un gesto que podría costarle caro en la carrera para ganar un torneo en Roma.
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Este jueves la estrella estadounidense derrotó por 7-6 (9/7) y 6-1 a su compatriota Christina McHale, pasando así a cuarto de final, donde se enfrentará a la rusa Svetlana Kuznetsova.
Pero fue su comportamiento fuera de la cancha lo que captó la atención de sus seguidores y de los medios después de que la estrella confesara en las redes sociales que probó una cucharada del alimento de su Yorkshire Terrier.
En su defensa, la deportista dijo que el preparado de salmón con arroz tenía buena pinta.
“No me juzguen”, pidió Williams, que contó en la plataforma Snapchat que el alimento sabía a “líquido limpiacristales” y señaló que su experimento le costó una visita al baño, unas horas más tarde.