Cualquier persona que sea un creyente de HIIT (Entrenamiento de alta intensidad en intervalos, en inglés), conocerá el poder de alternar ráfagas de ejercicio intenso con periodos de recuperación de baja intensidad. HIIT quema más grasa -por más tiempo- porque el hacer ejercicio intensamente priva a tu cuerpo de oxígeno. Después, durante tus periodos de recuperación, tu cuerpo trabaja más duro para retomar los niveles de oxígeno normales mientras usa más calorías.
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Pues ahora, un principio similar puede ser aplicado, incluso las personas que tienen fobia al ejercicio, utilizando un esfuerzo mínimo todos los días. Los científicos de Ohio State University pusieron a algunos adultos a caminar variando su ritmo mientras caminaban en una cinta de velocidad constante, y encontraron que el ritmo metabólico para caminatas de velocidad variada aumentaba entre 6 y 20% que aquellos que caminaban a una velocidad constante.
“Caminar a cualquier velocidad exige algo de energía, pero cuando estás cambiando la velocidad, estás apretando el pedal de aceleración, por decirlo de una manera”, dice Nidhi Seethapathi, el primer autor del estudio y un miembro del doctorado en ingeniería mecánica. “Cambiar la energía cinética de una persona requiere más esfuerzo por parte de las piernas y ese proceso ciertamente quema más energía.
Entonces, ¿cómo optimizar tu potencial para quemar grasa caminando? “Sólo haz cosas extrañas”, dice Seethapathi. “Camina con una mochila, camina con peso adicional en tus piernas. Camina por un rato, luego descansa y repite. Camina en curva, en vez de línea recta”.
Pero si no estás muy convencido en verte como el personaje de Monty Python de arriba, no necesitas caminar como un tonto necesariamente para obtener resultados. Esto es porque la investigación, publicada en la revista Biology Letters, también resaltó el hecho de que la mayoría de nosotros camina variando la velocidad, de todos modos. Por ejemplo, tendemos a disminuir nuestra velocidad cuando caminamos distancias cortas, y la aumentamos cuando caminamos distancias largas.
De hecho, caminar probablemente sea aún mejor para ti que lo que afirman los científicos, ya que los estudios sobre los beneficios de caminar han medido generalmente solamente las velocidades constantes. Es hora de salir a encontrar más veredas por ahí.