“Tengo calambres y no es broma”, dijo Rafael Nadal durante su discurso de ganador ante el público alemán, después de sumar su 47º título en tierra batida, el 67º en su carrera.
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En medio de una gran ovación, Nadal continuó su discurso, apoyado prácticamente sobre una sola pierna y agarrándose la derecha para calmar los dolores. Tras un durísimo partido, Nadal se sobrepuso a sus anteriores derrotas ante Fognini, en Rio de Janeiro y Barcelona, y de esta manera levantó el segundo en Hamburgo, tras el de 2008.
El italiano, lleno de confianza tras esas victorias, rompió de inicio el saque de Nadal, tras un primer juego que duró ya 12 minutos, signo de lo que iba a ser todo el partido.
El español respondió como un campeón e igualó a uno el primer set. De hecho, ninguno de los dos jugadores era capaz de mantener su servicio hasta que lo hizo Nadal en el quinto juego. En el 12º, pese a ir perdiendo por 40-15, logró el ‘break’ que le dio la primera manga, en una hora y 20 minutos de juego.
Nadal se colocó 3-1 en el segundo parcial, después de intensos y espectaculares intercambios de golpes con Fognini, número 32 del ránking mundial y que no se dio por vencido, al punto de remontar y colocarse 3-4 por delante.
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Pero el español, gran dominador de la tierra batida en la última década, dio la vuelta otra vez al partido y lo pudo cerrar en la primera ocasión que tuvo. “Ha sido un gran partido de ambos. Muy peleado, ha habido muchos buenos puntos y ‘breaks’. Ha sido complicado, con muchos altibajos”, explicó Nadal.
“Estoy motivado como hacía mucho tiempo que no lo estaba porque he tenido un año duro”, añadió. “Los puntos son importantes porque me quiero clasificar para el Masters en Londres”.
Nadal, que había sufrido problemas físicos en las semifinales, admitió que no estaba del todo recuperado, que le costaba respirar y que eso le afectó en “no poder sacar bien”.
El español tuvo que interrumpir abruptamente su discurso tras sufrir un calambre. La tensión del partido también quedó reflejada en un dura discusión entre ambos jugadores con el juez de silla como testigo. El italiano recriminó con gritos a Nadal su lentitud a la hora de sacar.
El Torneo de Hamburgo, que se disputa sobre tierra batida, reparte 1.407.960 euros en premios.
