Aquí estoy, una vez más creyendo en ti. De nuevo estoy alistándome para darme entera, para gritar contigo, para sentir contigo, para apostar en ti todas mis emocionales fichitas.
PUBLICIDAD
Me cuesta creerlo, me siento rara admitiéndolo y es que juré tantas cochinas veces que lo nuestro ya había terminado… Dije que nunca más me la harías, que iba a dejar de ser más sufrida que Candy y María la del Barrio juntas. Y puteé y aloque y se lo juré a los santos, a la Sarita y hasta a la doctora Polo de Caso Cerrado… Y acá estoy, escribiéndote una carta de amor…
No me saques en cara que me haya demorado en volverte a creer. Buenas razones tenía. Soporté mil veces que me prometieras por la Santa Sara que ahora sí ibas a cambiar, que le metieras con fe y me ilusionaras otra vez para después volverla a cagar. Me cansé de las excusas. Por mucho tiempo yo misma le eché la culpa a todo lo demás, al destino, a tu jefe, a tus enemigos y hasta al clima. Aguanté que me subas alto para después soltarme más arriba. Y no dije nada, seguía ciega. Hoy creo que ya no lo estoy. Hoy veo clarito cuál es el verdadero problema…
Te amo. Cada centímetro de este cuerpito latino te idolatra… Cómo me cuesta decirlo de nuevo… Por eso vuelvo, aunque vaya contra mis principios… Por eso aunque muchos me digan que soy una tarada hoy le meto all in una vez más.
Y sí. Sé que suena a que te tengo un asqueroso y hondo rencor. Nunca tanto, pero como sea hoy estoy dispuesta a dejarlo ir. A recomenzar nuestra relación sin resentimientos y para eso tenía que decírtelo todo. Pero no cantes victoria, tampoco soy (tan) fácil. Hoy quiero que me pruebes que vale la pena adorarte de esta manera.
Hoy es la prueba de fuego. Hoy quiero que retribuyas lo incondicional que he sido. Ya es hora papito, no jodas. Sí me quieres, dame la prueba del amor. Rájate por Dios, métele huevos, alma, corazón, vida y algo más. Pruébame lo que vales hijo de la chingada y dalo todo en la cancha. Muéstrale al mundo entero lo lindo que es lo nuestro, quiero restregárselos en la mera cara.
PUBLICIDAD
Ya, sé. Me vas a decir que en la guerra y en el amor a veces se gana y otras se pierde. Ok, acepto esa posibilidad. Es complicado cambiarlo todo en solo unos meses, pero lo que necesito es quedar con la absoluta certeza de que lo diste todo, que echaste mano a todos tus recursos, que le metiste garra al mango y voluntad en cantidades demenciales. Sángrate por nosotros selección que hoy vas ahí a probar de lo que estamos hechos.
Y no, no soy esquizofrénica y sé que la selección no es mi novio, pero para bien o para mal es una pasión nacional. Y no me vengan con que las mujeres no entendemos de fútbol (aunque me haya costado media hora entender lo que era una posición adelantada) … Durante esos 90 minutos (o más si la cosa se extiende) los jugadores no son solo 11 peruanos cualquiera, ellos son la representación de nuestra peruanidad, de nuestro blanquirrojo amor.
Métele garra Perú y retribuye nuestra pasión. (Ojo, este es el comienzo, pase lo que pase debes seguir derecho)
–MARÍA PÍA BARRIENTOS
Y tú, ¿qué le dirías a la selección?