Cuenta atrás para la llamada pelea del siglo.
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El filipino Manny Pacquiao y el estadounidense Floyd Mayweather pasarán a la historia por la gran atención mediática y la bolsa multimillonaria que está en juego el megacombate de este sábado en Las Vegas.
“Esto es lo que ambos competidores traen a la mesa: emoción. La mayor pelea en la historia del boxeo y soy parte de ella… Es algo increíble saben. Estoy realmente bendecido al estar aquí. Me siento bien, me siento fuerte. Los veo el sábado. Gracias’, dice Mayweather.
“Todo lo que he conseguido, Dios me dio la fuerza. Solo quiero ser un ejemplo e inspiración para todos sobre cómo fue mi vida antes de que me convirtiera en boxeador. Solía dormir en las calles, morirme de hambre. Y ahora, no puedo imaginar, Dios me puso en este lugar’, dijo Pacquiao.
Descrita como la pelea del siglo, algunos ven en este choque un encuentro entre el bien y el mal.
Por un lado Mayweather, conocido por sus problemas con la ley, entre ellos una condena de cárcel por violencia doméstica y riñas callejeras, y por el otro el Pacquiao, un congresista en su país, activista de obras de caridad y cristiano devoto.
Más allá de quien sea el ganador, lo cierto es que se espera que este combate genere una de las cifras más grandes jamás alcanzadas por una pelea, unos 1.000 millones de dólares.
La bolsa final para los púgiles rondará los 300 millones.