Un total de 66 campos de golf tendrán que cerrar sus puertas en China.
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Las autoridades anunciaron esta medida a través de un comunicado, donde detallaban que los campos no disponían de autorizaciones legales para operar.
Sin embargo, la medida tiene lugar en medio de una guerra del régimen comunista contra el golf, considerado durante mucho tiempo un pasatiempo de la burguesía extranjera.
El primer campo de golf se construyó en China hace solo 30 años, y en una década su número pasó de 200 a los 600 actuales.
Incluso cuenta ya con el campo más grande del mundo, ubicado en la ciudad de Shenzen.
No obstante, desde hace dos años, las autoridades tratan de luchar contra el golf y el elevado tren de vida al que va asociado, que a menudo involucra a altos funcionarios del gobierno.
Expertos en el tema, incluso aseguran que funcionarios usan nombres ficticios para practicar este deporte.
De hecho, el cierre de estos campos coincide con la noticia, de que un alto responsable del ministerio de Comercio fue detenido precisamente por jugar al golf, saltándose la prohibición presidencial.