El conflicto en Ucrania ha activado en Alemania un debate a favor del traslado del Mundial de Rusia 2018. Es así como representantes de los partidos gubernamentales germanos han pedido que el torneo se traslade a su país.
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El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, expresó su preocupación por la escalada de violencia en Ucrania y la vinculación de Rusia con ese conflicto.
‘Cuando se decidió la sede de ese torneo, en diciembre del 2010, no era previsible semejante evolución política en Rusia’, afirmó Niersbach, en entrevista al diario Bild.
Lo dicho por el presidente de la DFB se suma a las crecientes opiniones en el ámbito político, partidarias de que Alemania acoja ese Mundial, después de haber sido anfitriona en el año 2006.
‘No se puede celebrar un Mundial en un país envuelto en una guerra’, dijo al mismo medio Karl-Georg Wellmann, experto en política exterior de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller Angela Merkel.
‘Naturalmente Alemania sería, como campeona del mundo, la alternativa adecuada para celebrar el Mundial’, agregó Wellmann, quien también dejó abierta la posibilidad de que se tenga una sede compartida.
Desde las filas socialdemócratas, socios de coalición de Merkel, la experta en deportes, Michaela Engelmeie- Heite, considera asimismo que Alemania sería una buena alternativa, en caso de que la FIFA le retirase a Rusia la organización.
Ante tales rumores, desde la FIFA, Theo Zwanziger, miembro de su comité ejecutivo, descartó un boicot al Mundial en Rusia. Anunció que dicho país celebrará en el 2017 la Copa Confederaciones, que servirá como prueba general para la gran cita mundialista.
