Con 28 años y figura del Benfica, Pérez, que recibió su nombre por el gran uruguayo Enzo Francescoli, ídolo de su padre en River Plate, tiene apenas 10 partidos con la camiseta albiceleste, con la que debutó en 2009 en un amistoso ante Ghana.
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Con la poco probable vuelta de Di María para la final del domingo en el Maracaná, tiene muchas chances de ser titular contra Alemania, una oportunidad histórica para este futbolista oriundo de la ciudad de Maipú, en la provincia de Mendoza (oeste).
Cuando Di María tuvo que salir a la media hora de juego frente a Bélgica el sábado pasado en Brasilia, se encendieron las alarmas albicelestes, ya que el ‘Fideo’ es uno de los jugadores claves del andamiaje ofensivo de Sabella junto con la estrella Lionel Messi.
Las alternativas eran varias, entre ellas el experimentado Maxi Rodríguez, pero el entrenador, fiel a su estilo, se la jugó por Pérez, un hombre de su ‘riñón’, que saltó al campo con pasmosa tranquilidad en semejante instancia, crucial para una Argentina que llevaba 24 años sin pasar cuartos de final.
Como dijo Sabella tras el partido, el volante mostró “carácter” y “confianza” en el terreno con su despliegue por la banda derecha, otorgando a Argentina mayor solidez en defensa, lo que le valió quedar en el once para el choque con Holanda.
“Tiene mucha dinámica, muy buen manejo de pelota. Es un jugador de recorrido, que ocupa bien los espacios. Ha crecido y ha madurado mucho desde el punto de vista psicológico”, lo definió el entrenador, al defender su elección.
En la dramática noche de Sao Paulo, con un Messi apagado, Pérez volvió a destacarse con su incansable ir y venir por las bandas, su buen manejo de pelota y dos precisas habilitaciones a Gonzalo Higuaín, lo más peligroso que creó su equipo en los 120 minutos antes de los penales.
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– Clave en Estudiantes de Sabella –
Enzo Pérez se inició en la cantera de Godoy Cruz y debutó como profesional a los 17 años en el fútbol de ascenso.
Su carrera despegó en 2007 con su llegada a Estudiantes de La Plata, donde encontró a Sabella y vivió época gloriosa para el club, que reverdeció los laureles de sus títulos internacionales de fines de la década de 1960.
Pérez fue uno de los ‘Leones’ del Mineirao la noche del 15 de julio de 2009 cuando Estudiantes venció a Cruzeiro 2-1 en Belo Horizonte para consagrarse campeón de la Libertadores de América, remontando el partido ante una atónita multitud de brasileños.
Unos meses después, formó parte del equipo que estuvo a dos minutos de vencer al Barcelona de Pep Guardiola en la cima de su arte en la final del Mundial de Clubes, antes de caer 2-1 en la prórroga con un gol de Messi.
Con experiencia en partidos decisivos, ahora le llega la oportunidad máxima para todo jugador, la final de un Mundial, donde la Albiceleste espera lograr el tricampeonato luego de los títulos de México-86 y Argentina-78.
“No caigo estar ahora a un partido de hacer algo histórico, creo que no encontramos la dimensión o yo particularmente no encuentro la dimensión de lo que estoy viviendo”, confesó antes del choque con Alemania.
“Sabemos que es una selección dura, ya lo demostró en la semifinal y mundiales anteriores. Pero de puntos no vamos porque tenemos al mejor del mundo y un gran equipo. Además en las finales hay un cincuenta y un cincuenta por ciento para cada lado”, advirtió, convencido como todos sus compañeros de que es posible concretar el sueño.