1. El gobierno brasileño ha gastado más de 11 mil millones de dólares para ser los anfitriones del mundial. Esta inversión ha sido muy criticada por los sectores más necesitados de la población, quienes alegan que hay otras prioridades, como la educación y la salud.
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2. Alrededor de cuarenta millones de personas aún viven en la pobreza extrema en Brasil. Por ello, la organización de un Mundial es percibida como un gasto desmedido. Muchos de sus ciudadanos no cuentan con necesidades básicas satisfechas, como agua y vivienda.
3. El estadio de Manaos, construido para la Copa del Mundo, costó aproximadamente 270 millones de dólares. Ubicado en el Amazonas, se trata de un lugar de difícil acceso por la falta de buenas carreteras. Cabe precisar que el mismo solo será utilizado para cuatro partidos.
4. Pese a que el país tendrá, durante el Mundial, muchos ingresos por turismo, la FIFA, como organizadora, se llevará consigo todas las ganancias de auspicios, entradas, derechos y más. Además, ha sido exenta de cualquier tipo de impuesto durante el torneo, ahorrando unos 250 millones de dólares.
5. La FIFA es criticada por tratarse de una ONG sin fines de lucro que ostenta una cuenta bancaria de más de mil millones de dólares. La corrupción entre sus dirigentes también ha sido bastante mediática, como es el caso de su ex vicepresidente, Jack Warner.
6. Recientemente, esta organización invirtió 27 millones de dólares en la filmación de United Passions, una cinta basada en la historia de su creación. No fue bien recibida por la crítica, y no colaboró a generar una buena reputación a su presidente: Sepp Blatter.
7. La FIFA definió a Qatar como sede del mundial de 2022, en medio de la controversia, debido a sus inhumanas políticas laborales. Además, se trata de un país con temperaturas de más de cincuenta grados, donde es físicamente imposible jugar fútbol al aire libre.
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