El argentino Lionel Messi tiene hoy la misión de cumplir el sueño de una vida entera. Considerado uno de los mejores futbolistas de a historia, el capitán de la Albiceleste emprende la marcha de su tercer Mundial, que si lo encuentra inspirado, puede culminar en el mismo escenario.
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Messi necesita reivindicarse en Brasil de su escaso brillo en los anteriores mundiales y nada mejor que plantar bandera en el corazón del ‘territorio enemigo’.
En su propia casa, otro monarca del fútbol, el rey Pelé abrió las puertas este domingo de un museo con más de 2.500 objetos de su carrera en Santos(sur), la ciudad a la que llegó con 15 años para convertirse en un mito del deporte.
“No quiero hablar mucho porque empiezo a llorar”, dijo Edson Arantes do Nascimento, Pelé, de 73 años, a los asistentes a la apertura del museo.
¿Picará ‘la Pulga’? Aunque no es para llorar, ‘la Pulga’ tiene una deuda importante con su palmarés goleador con la albiceleste: en dos citas máximas suma un solo tanto, demasiado contraste con la impresionante cosecha que atesora en el FC Barcelona, donde ha roto un récord tras otro.
Si Messi despierta del letargo tras una temporada opaca, Argentina fortalecerá su envidiable poder de fuego con escuderos como Sergio Agüero, campeón de la liga inglesa con el Manchester City, Angel Di María, campeón de la Champions League con el Real Madrid, y Gonzalo Higuaín, que no jugará el primer partido por lesión en el debut del grupo F.
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“Leo está muy bien y eso nos genera mucha ilusión. Se le ve con muchas ganas. Verle con ganas a él potencia al resto”, resumió su compañero Augusto Fernández sobre la decisiva influencia del astro en el equipo albiceleste.
Francia, de su lado, se probará con Honduras en el arranque del grupo E con el doble reto de dejar definitivamente en el olvido el desastroso rendimiento de Sudáfrica-2010 [donde fue eliminada en la primera fase] y a la vez mostrar si superó el ‘síndrome Ribery’, dado de baja por lesión al filo del comienzo del Mundial.
Karim Benzema, campeón de la Champions con el Real Madrid este año, asoma como el guía de los franceses en su expedición por Brasil.
Por la misma llave, Ecuador acariciaba un empate que lo dejaba bien parado pero se quedó sin nada in extremis al 90+3 cuando Haris Seferovic, que había ingresado minutos antes, anotó el 2-1 final para los suizos.
Enner Valencia puso en ventaja a los ecuatorianos, pero Suiza empató a través de Admir Mehmedi, también recién ingresado, y cuando parecía que todo quedaba en paz para ambos, apareció Seferovic para el triunfo, que extiende la estadística del presente Mundial sin empates, jugados nueve partidos.
Antes de comenzar el encuentro, unas 200 personas marcharon sin incidentes hacia el estadio conocido como Mané Garrincha con silbidos contra el Mundial y pateando una pelota en lo que anuncian como una “Copa de las Manifestaciones”.
*Dos heridos en el ‘grupo de la muerte’ * El equipo hondureño, anotado en el rubro de los equipos sin nada que perder, saldrá a jugar liberado de presiones y con el recuerdo muy fresco de la sorpresa de Costa Rica, la otra selección centroamericana, que venció el sábado con autoridad a Uruguay (3-1) en el grupo D, un resultado impensable y que deja herida a la Celeste en el ‘grupo de la muerte’.
“Yo no vi a nadie que dijera que Holanda era favorita contra España o Costa Rica contra nosotros. La verdad se ve en la cancha”, dijo al concluir el encuentro el entrenador uruguayo, Oscar Tabárez.
La humillante derrota de España ante Holanda (5-1) y la inesperada caída de Uruguay con Costa Rica dio paso al interrogante sobre si es posible repetir una experiencia exitosa casi con los mismos planteles, cuatro años después.
España fue campeón en Sudáfrica-2010 en el apogeo de los intérpretes de su exquisito juego de circulación de balón, y Uruguay quedó cuarto en ese mismo torneo conducido por Diego Forlán, elegido el mejor jugador.
Pero Forlán hoy tiene 35 años y para colmo la actual estrella celeste, Luis Suárez, no se ha recuperado de una lesión, mientras que la Roja europea ya no exhibe la misma dinámica porque varios de sus principales intérpretes han comenzado a dar señales de un inevitable deterioro.
Uruguay no pudo sin Suárez; Francia sin Ribery debe demostrar si está a la altura, pero a Colombia no le afectó nada la baja de su estrella Radamel Falcao García, que estaba sentado en las gradas del Mineirao de Belo Horizonte observando el contundente triunfo cafetero ante la dura Grecia por 3-0.
